De nuevo el presidente de Venezuela arremete contra Colombia, justo en época previa a elecciones, con el mismo cuento de que la crisis que afronta es culpa nuestra y el constante sirirí contra Uribe
De nuevo el presidente de Venezuela arremete contra Colombia, justo en época previa a elecciones, con el mismo cuento de que la crisis que afronta es culpa nuestra y el constante sirirí contra Uribe y sus paramilitares, esta vez aseguró que el exmandatario dirige una “guerra económica” contra Venezuela; parece un disco rayado con incautos del modelo "bolivariano", que no faltan en el vecindario y le hacen coro en auditorios llenos, zombis que no advierten que se trata de otra cortina de humo para distraer al país que sigue camino al despeñadero por el pésimo manejo de lo que ellos llaman, el socialismo del siglo XXI, un modelo que solo ha servido para dividir al país, acabar con la poca producción interna y despilfarrar recursos en tiempos de bonanza, que tanta falta hacen ahora y difícilmente volverán, el precio del barril de petróleo está en 40 dólares y puede bajar más, con consecuencias en una economía dependiente, como inflación desbordada, desempleo, inseguridad y un escandaloso y desenfrenado desabastecimiento sin solución a la vista, que tiene al país al borde de una crisis humanitaria, colas de varias horas para comprar lo esencial, no hay medicamentos y la gente está desesperada.
Las locuras de Maduro han llegado al extremo de decretar un estado de excepción en municipios fronterizos, sus tropas (más de 2000 soldados) buscan “casa por casa” colombianos, para etiquetarlos como paramilitares y deportarlos; es lo más parecido a cuando Hitler perseguía a los judíos y los llevaban a campos de concentración. Es dramático lo que ocurre en Venezuela, triste ver a un pueblo en esas condiciones, pero más triste como señalan a nuestros compatriotas, hay evidencia de tratos inhumanos y degradantes de las autoridades, les marcan la piel, marcan sus casas, son considerados lacras porque según Maduro, Colombia está exportando pobreza y compara la migración de colombianos con el éxodo africano a Europa, con cifras mentirosas y la indolencia del gobierno Santos que no dice nada, no toma medidas; la Canciller parece un maniquí por no contrariar al tirano Maduro.
Pasamos de la mano fuerte de Uribe que casi ocasiona una guerra con Chávez, a la mano dócil y humillada de Santos que tiene envalentonado a Maduro, en estos días fueron 185 deportados y 8 capturados y serán más, a Santos poco le importa el tema, la diplomacia es de soportar todo, para que no se afecte el proceso de paz. ¿Hasta cuándo Presidente, tendrán nuestros compatriotas que recibir ese trato de tercera sin que su Estado los ayude?
No basta con una cumbre de Presidentes, se necesita un cambio de postura, de lo contrario, Maduro seguirá en su camino hacia una confrontación, como última medida para unir al país en una causa que le permita mantenerse en poder. Era difícil imaginar algo peor que Chávez, pero llegó Maduro que es más que “un milímetro de segundo” peor.
Estocada: Dice el Fiscal General que 180.000 millones en 80 contratos se han gastado en La Guajira en alimentación escolar ¿Será que se han robado algo? Sería bueno que investigaran en el Cesar, se llevarían muchas sorpresas.
@JACOBOSOLANOC