Álvaro Mejía Flórez, el atleta rebelde

Publicado por: Erika Mesa Díaz el Mar, 12/01/2021 - 16:35
El cáncer se llevó a quien fuera considerado el mejor atleta colombiano de todos los tiempos.

Álvaro Mejía Flórez no tenía la mejor relación con la burocracia deportiva ni con la prensa local, pero fue uno de los deportistas más notables del siglo XX en Colombia. Su palmarés no ha sido igualado por ninguna otra figura de la larga distancia. 

Mejía nació en Medellín y fue fan de Arthur Lydiard, el atleta neozelandés que hizo famoso el hábito de trotar para conservar la salud. De él copió las técnicas de entrenamiento para atletas de fondo y las impuso con éxito en el atletismo colombiano.

Comenzó con el atletismo competitivo en 1961, en el campeonato nacional de Manizales. Al año siguiente fue hasta Jamaica, la tierra de los corredores, para competir en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Kingston. Dejó mordiendo el polvo de los otros corredores de los 1500 metros planos. 

En 1963 ganó la competencia nacional de la misma distancia en Cali y en 1964 se clasificó a los olímpicos de Tokio 1964, pero se lesionó y no pudo dar lo mejor de sí en esas justas. 

Fue nombrado el mejor deportista de Colombia entre los años 1965 y 1966. Consiguió ganar carreras como la de San Silvestre, en Brasil, y el Maratón de Boston. Fue el segundo latinoamericano que pudo ganar esa carrera; el primero fue el guatemalteco Manuel Plaza. 

Según declaraciones que dio a El Tiempo, corrió la mitad de esa carrera con ampollas en el pie derecho. Como notó que solamente había una persona frente a él —Pat McMahon—, decidió no parar. Cuando ganó la competencia, salió corriendo a una fuente de agua para sumergir sus adoloridos pies.

Mejía se casó con la nadadora olímpica estadounidense Terri Stickles, a quien conoció cuando ella viajó a Cali para hacer un voluntariado. Ambos tuvieron un hijo, Christopher Mejía, que nació y vive en San Francisco, California. En los años 70 tuvieron un negocio de accesorios y acompañamiento deportivo. Eventualmente se divorciaron.

Su última carrera profesional fue en Bogotá, en un festival promocionado por él. Tras su retiro se dedicó a entrenar a otros deportistas de alto rendimiento, como el corredor bogotano Alirio Carrasco. La carrera de su vida terminó el pasado martes a los 80 años, por cuenta de un cáncer.