Eduardo Cabellero, el hombre que quiso explicar el 'Quijote'

Mar, 06/03/2018 - 12:26
Conocido como Swann, Eduardo Caballero Calderón le sirvió al periodismo gran parte de su vida. También a la política. 

El ensayista y diplomático, tenía un su cabez
Conocido como Swann, Eduardo Caballero Calderón le sirvió al periodismo gran parte de su vida. También a la política.  El ensayista y diplomático, tenía un su cabeza un mundo mágico, lleno de todo tipo de formas, colores y personajes. Su cerebro tenía la capacidad de imprimir en el papel cualquier palabra, idea e ilusión.  Caballero siempre tuvo un gusto por la lectura, el aprendizaje y la fórmula correcta para captar a los lectores. No solo fue un hombre reconocido al tener la fortuna de que su primera novela, El Cristo de Espaldas, publicada en 1952, fuera un imán de bibliófilos. Sin embargo, su texto más popular fue Siervo sin tierra donde narra, con un toque de denuncia, todas las condiciones de vida de campesinos quienes se veían azotados por diferentes tipos de explotación. [single-related post_id="838359"] Su dote con la pluma, se cree, vino de su tío, el escritor y periodista Lucas Caballero Calderón, conocido como Klim. Su padre era el político y general -y liberal- santandereano, Lucas Caballero Barrera.    El camino de la narrativa lo llevó a escribir Breviario del 'Quijote' (cómo leer y comprender mejor el Quijote), con motivo de la celebración del IV Centenario del nacimiento de Cervantes. En él, elogia a Miguel de Cervantes Saavedra con la frase introductoria: "Es un camino, un camino que todos debemos recorrer".
“Creo que todo hombre que habla en español, y mayormente si nació en América, debe leerlo y releerlo para aprender a pensar y conocerse a sí mismo”.
Su primera casa fue el periódico El Espectador, pero en poco tiempo (1938) pasó a informar para El Tiempo donde tenía la libertdad de escribir una columna a diario y que por supuesto firmaba como Swann.  Sus colegas lo admiraban por su técnica, conocimiento y dominio en el campo de la escritura. Tenía un estilo impecable. Era todo un maestro del ensayo.  Su vida política también fue descrita entre letras. Desempeñó una intensa carrera diplomática en Lima, Madrid, Buenos Aires, París y como embajador de Colombia ante la UNESCO. Caballero murió en la misma ciudad que lo vio nacer el 3 de abril de 1993. Siempre será reconocido por su tipo de escritura rápida y corrección lenta, por sus influencias de ensayista y por la creatividad que lo llevó a escribir 18 obras literarias en 38 años.  [polldaddy poll=9953682]
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