No será una fecha cualquiera. El domingo 13 de marzo de 2022, la democracia en Colombia se pone de nuevo a prueba, serán las elecciones para elegir Senadores y Representantes a la Cámara. Lo que ocurra ese día, será determinante para el futuro del país.
Habrá protagonistas que retornan del pasado. Se trata de varios partidos que recuperaron su personería jurídica, además de las víctimas que accederán a 16 curules. La competencia por cada voto, no tiene antecedentes.
Hace un buen tiempo se impuso la elección del Congreso colombiano. De acuerdo con los historiadores, este primer ejercicio lo promueve en 1818 Simón Bolívar, al solicitar la realización de comicios, pero es hasta febrero del año siguiente que se da el primer paso, aunque toma fuerza con la Constitución de Cúcuta de 1821.
Aunque la forma de elegir ha tenido muchas transformaciones. Al principio fue indirecta, el primer cambio llegó en 1953 con el sufragio universal. Con la promulgación de la Constitución de 1991, los senadores dejaron de ser elegidos por Departamentos y desde entonces son por circunscripción nacional.
La actividad parlamentaria interesa. De lo contrario no existiría el más mínimo interés en participar en la contienda electoral que se llevará dentro de 12 domingos. Hay caras nuevas, desde presentadoras hasta medallista olímpica. Reconocen la importancia de lo que se discute en el Congreso.
La vigilancia ciudadana sobre lo que hace el Legislativo, es cada día más intensa. Y eso está bien, nada más importante para el fortalecimiento de una Corporación colegiada, que la preocupación de la gente. El desinterés no es aconsejable.
Los retos del Congreso de 2022 son inaplazables. Así lo interpretan los candidatos que desean llegar por primera vez y los actuales congresistas en procura de reelección, que entienden las demandas cada vez más urgentes de la sociedad.
Representar es escuchar. Se viene una campaña muy reñida, con mayor número de protagonistas. El 13 de marzo de 2022, se escribirá una nueva historia de nuestra democracia. Ojalá sea para potencializarla. No merecemos menos.