Colombia perdió, pero el sueño no explotó

Administrador de empresas y periodista. Premio Nacional de periodismo SIMÓN BOLÍVAR. Galardón vida y obra “Orlando Sierra”. Alumno orgulloso de Juan Gossain, Yamit Amad, Guillermo Lema, José F Corredor y Javier Giraldo Neira. Experiencia en Radio prensa, tv, internet.

Esteban Jaramillo
Publicado por: carolina.rodriguez el Jue, 03/08/2023 - 10:54
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Esteban Jaramillo
"Impredecible es el resultado. Así es el fútbol. Alemania goleó a Marruecos. Colombia superó a Alemania, la desnudó. Y, al final de la ronda, Marruecos le ganó a Colombia, porque la selección nuestra no mostró su mejor versión".

Impredecible es el resultado. Así es el fútbol. Alemania goleó a Marruecos. Colombia superó a Alemania, la desnudó. Y, al final de la ronda, Marruecos le ganó a Colombia, porque la selección nuestra no mostró su mejor versión.
 
En fin, Colombia eliminó a Alemania y clasificó a Marruecos. Este último aprendió de su caída inicial y supo corregir.
 
Salida en falso de Colombia, que castiga, enseña, e invita a la reflexión. Ausentes el talento de Linda Caicedo, la efectividad con técnica, la solidaridad grupal y la confianza en el manejo del balón, por la desbordada autoestima.

 El globo de Colombia no se desinfló, a pesar de las posturas triunfalistas de algunas jugadoras y de los periodistas desbordados, creyéndose de antemano campeones mundiales. Tanto recuerdo del mundial del 94, con los baños de humildad.
 
Esta vez no estuvo Linda. Ausente su magia. Lucharon Mayra y Manuela y transmitió confianza Cata Arias, como guardameta fuera de lo común.
 
No se vieron las habituales conexiones con pases lo que afectó el fútbol colectivo, ni los toques rápidos que antecedieron las jugadas de gol en partidos anteriores. No hubo liderazgo, con el resultado en contra, ni se jugó con pasión. Parece que se miró al rival con desdén.
 
No estuvo fino el técnico, desde el banco, con sus variantes y sus alternativas en el juego. Desordenó el equipo como en los partidos de potrero, donde para ganar se ataca atropellado y se defiende por amontonamiento.
 
Tropezones tenemos todos. Sirven para aprender, para corregir, para mejorar. De eso se trata. De no bajar la cabeza. Al final el saldo, en la primera ronda, fue el mejor. Cabeza de grupo con posibilidades frente a Jamaica, el próximo rival.
 
La reacción al final, llegó tardía. Todo estaba consumado, porque las fórmulas individuales no se impusieron frente a un equipo, el marroquí, compacto, rápido, pulcro, que quiere hacer historia como su selección de compatriotas, en el mundial de Catar.
 
El sueño de escalar posiciones, de llegar a lo alto, continua para Colombia. Perder para aprender.
 
*Muchas veces, en el fútbol, no es solo el esfuerzo. Ni las ganas de correr y meter. Es el juego el que marca diferencias. No es fácil ganar, sobre todo en un mundial.