Hay que congelar las tarifas de energía con la inflación. Las tarifas de energía se han vuelto una pesadilla para los hogares. Los pobres se sienten reventados con el alto costo de vida. Una familia modesta invierte más en servicios públicos que en educación. Así, es imposible construir equidad. Una familia pobre invierte el 20% de sus ingresos en SSPP.
Las altas tarifas de energía le quitan el pan de la boca a la gente. Reciente, en la Costa caribe, se han denunciado aumentos superiores al 45% en un año y hasta el 7% mensual. Insoportable. Peor que el demonio del gota a gota.
Bajo la tutela de la CREG, las tarifas de energía se han vuelto subversivas. Las tarifas suben en promedio dos y tres veces la inflación. Las pérdidas de energía y las ineficiencias de las empresas las pagan las familias. Si explotan una torre de energía, los daños se los cargan al usuario. La ineficiencia y el derroche de las empresas los paga el usuario. La especulación en la bolsa de energía se lo cargan a las familias.
La mayoría de las hidroeléctricas de Colombia son viejas, ya las empresas las libraron en tarifas, ya se las cobraron a los usuarios en las tarifas. Y aun así, se las vuelven a cobrar otros nuevos 20 o 30 años, como si fueran nuevas.
Con la GREG le ha ido muy bien a los dueños de la energía, pero muy mal a los ciudadanos. Hay que crear un equilibrio. Es necesario garantizar que se congelen las tarifas de servicios públicos con la inflación. El Congreso de la Republica y el Presidente dejaron de una manera irresponsable, desde hace 30 años, el manejo de los SSPP a las comisiones de regulación, que han resultado fatales para los ciudadanos. Nadie se preocupa por el consumidor en Colombia.
Los dueños de los servicios públicos y la CREG hacen las ecuaciones tarifarias más complejas, para que el usuario no pueda ni entender ni reclamar. Ningún Presidente de la Republica ha podido entender las ecuaciones tarifarias de la CREG; mucho menos podrá ejercer control.
Las garras invisibles del mercado presiden las tarifas de servicios públicos. Las empresas de SSPP son monopolios territoriales y no son de libre mercado como se ha engañado a los colombianos. Si un ciudadano no le compra energía a la empresa de su ciudad, no tiene nadie más a quien comprarle. Se necesita una nueva reorganización del sector, donde los precios de las tarifas tengan control y límite desde el Congreso y la Presidencia de la República.
Durante la Alcaldía de Luis Pérez en Medellín se congelaron las tarifas de EPM, y a pesar de las quejas de los poderosos, EPM ganó más y la gente pagó cumplida y se enamoró más de su Empresa. Congelar las tarifas de energía eléctrica será una gran reconquista ciudadana. Guerra contra el alto costo de vida, que está ahorcando a los colombianos.