Dinastía del disco lumbar

Médico Neurocirujano, miembro Academia Nacional de Medicina. Miembro Honorario Academia de Cartagena. Presidente Honorario Federación Latinoamericana de Neurocirugia.Expresidente Asociacion Colombiana de Neurociriugia.Especialista en Gobierno y Asuntos Públicos.

Remberto Burgos de la Espriella
Publicado por: carolina.rodriguez el Jue, 27/04/2023 - 08:57
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Remberto Burgos de la Espriella
"Las creencias en el origen de las enfermedades y la percepción de su etiología están muy acentuadas dentro de la comunidad. Se habla de ese origen y a pesar de las instrucciones y aclaraciones sigue vigente y difundida".

Las creencias en el origen de las enfermedades y la percepción de su etiología están muy acentuadas dentro de la comunidad. Se habla de ese origen y a pesar de las instrucciones y aclaraciones sigue vigente y difundida. El tema del dolor lumbar el público en general lo identifica con hernia discal y piensa que una lumbalgia mecánica se debe a un disco. De 100 pacientes que consulten por dolor lumbar, solo 10 tiene una hernia discal lumbar. Las otras condiciones que el paciente no contempla y son las más frecuentes incluyen: distensión de ligamentos o músculos, artritis y más en esta época, condiciones como la osteoporosis. Esta, la disminución de masa ósea por unidad de volumen, hay menor huesos y estos se vuelven porosos, con reducción en la cantidad de calcio y pierden su resistencia.

Muchas condiciones precipitan la lumbalgia: edad (mayor de 40 años), falta de ejercicios, sobrepeso, tóxicos como el cigarrillo y condiciones emocionales como la depresión. Las medidas flexibles y la gimnasia ayudan a relajar la espalda y evitar caer en el síndrome doloroso lumbar crónico que limita la vida de los enfermos. Los pacientes con dolor lumbar mejoran en el primer mes y no es necesario gastar recursos en estudios pues la historia natural es benigna y quedan sin secuelas.

El disco lumbar tiene otra presentación: empieza con dolor en la espalda y este paulatinamente se va hacia las piernas. Se aumenta con la actividad y sigue el trayecto del nervio afectado. Puede ser constante o intermitente. Un porcentaje muy alto, cerca del 80% mejora espontaneo el primer mes y no se debe hacer nada adicional. La sensación en el glúteo o en la pierna es muy constante: los pacientes la describen como un hormigueo o corrientazo. Cuando se examina al paciente y se buscan los signos de extensión, algo llama la atención: el paciente generalmente no llora y al elevar la pierna se desencadena dolor. El paciente ríe y con razón se ha conocido como “el dolor de la risa”. Los estudios deben ser simples: la Rx de Columna Lumbar y una Resonancia Nuclear Magnética de Columna. Permite además de identificar la hernia discal evaluar los diámetros del canal, las estructuras de las vértebras, signos de inestabilidad y detectar algunas anomalías congénitas que haya pasado desapercibidas hasta el momento del diagnóstico.

El primer mes el 90% de los discos lumbares mejoran; solo queda 10%. A los tres meses solo el 2% de los pacientes tienen indicación quirúrgica: la microcirugía es el tratamiento de elección y solo lo necesitan dos enfermos. Otros procedimientos los mencionamos: utilización de métodos endoscópicos, procedimientos percutáneos e inyección de sustancias con efectos analgésicos. La gran realidad: no existe uno que supere la baja morbilidad y los muy buenos resultados de la microcirugía para disco lumbar.

Las medidas generales son útiles los tres primeros meses: analgésicos, relajantes musculares y ocasionales sedantes. Mantener los ejercicios físicos, corregir la postura y caminar haciendo énfasis en la gimnasia de flexibilidad. Muy pocos pacientes pueden necesitar una inyección epidural (bloqueo) y la terapia física ayuda a conservar la postura correcta.

Diptongo: de 100 pacientes con dolor lumbar,10 tienen hernia discal lumbar franca. De estos y solo después de tres meses de tratamiento solo 2 son quirúrgicos. ¿Se valida esta dinastía?