La condición moral

Publicado por: admin el Jue, 19/12/2019 - 11:44
Por: Gabriel Jiménez.

En todo tiempo de guerra el dinamismo moral juega un importante rol a la hora de definir la batalla. Unos ganan por la aniquilación o guerras totales y otros por el desgaste moral. Unos salen victoriosos otros perdedores. Incluso aquellos que reclaman tener la victoria se lleven un desgaste moral tal que su condición de lucha no vuelve a ser la misma.

En toda confrontación armada -sea regular o irregular- el aspecto de la moral tiene que estar siempre en alto. Sentirse bien -en todo sentido- conforme a lo que se desarrolle -estrategia, táctica, logística, toma de decisión, despliegue-. Tener una fuerza con un ánimo de victoria tan convincente que no permitan desmoralizarse por los horrores o fracasos que la misma lucha condiciona.

Ese es el sentido más pragmático de una confrontación armada en lo que concierne a la moral. Por lo que las guerras irregulares -aquellas que la confrontación se da en el seno de la fuerza regular de un Estado versus una fuerza no estatal debidamente organizada- apelan a conseguir la victoria a través del desgaste moral de las fuerzas. Ejemplos de esta forma de lucha la hemos visto a través de la historia en Asia, el Medio Oriente y en América Latina, sin desconocer otras.

Las estrategias más factibles en una lucha armada que apela a la moral ha sido la guerra prolongada y la guerra de desgaste, las cuales hoy en día seguimos evidenciando bajo otros métodos y tácticas de luchas.

Los medios digitales de la información los cuales movilizan a la sociedad de forma masiva han sido utilizados como el nuevo espacio para la confrontación de la lucha mediante la búsqueda del desgaste moral de la fuerza. Ya no se mide el impacto de la moral por las tomas militares a municipios, el secuestro, el body count, la desaparición forzada, el robo de armamento, la dominación de los espacios vacíos, sino por el desprestigio de ambas fuerzas -estatales y no estatales- con base a los hechos que perpetraron durante la guerra, y que se visibilizan a través de las redes sociales y los medios digitales.

El uso de los medios informativos en la era digital se puede categorizar como la nueva herramienta de lucha. Es la nueva forma de democratizar la lucha moral. Unos, por un lado, buscan visibilizar los horrores de la lucha armada implicando a la fuerza estatal como el responsable de las atrocidades de la guerra y otros, por otro lado, buscan que no se pierda la memoria histórica de un daño nacional perpetrado por los crímenes de un actor no estala.

La lucha armada se ha convertido en una lucha moral mediante los medios digitales de la información. Quien gana es quien desprestigie tanto a la fuerza que la sociedad termina deslegitimizando sus actos. Y que preocupante se vuelve cuando se va perdiendo la memoria histórica.