Estamos a pocos días de definir una de las elecciones más importantes de la historia republicana de nuestro país. La responsabilidad electoral que tenemos los votantes es enorme, esta vez más que nunca, el candidato Gustavo ha dicho abiertamente que un periodo no le es suficiente para implementar su modelo, valga aclarar, fracasado a toda luz en otros países del continente, sus seguidores han amenazado a Colombia con salir a protestar si su candidato no es elegido, práctica que no merece otro nombre que anarquista, respaldada por el silencio cómplice de Petro. Adicionalmente, su campaña está dispuesta a usar toda clase de estrategias para ‘’destruir’’ al contrincante. Estos factores unidos, ponen en riesgo la estabilidad social y económica de la nación, la confianza en la democracia y la integridad de los que aquí habitamos.
En el imaginario colectivo está arraigada la palabra ‘’cambio’’, el señor Petro arbitrariamente se había adueñado de esa palabra para hacer su campaña de tantos años pero sin cambio alguno, pero además ha usado el discurso del odio durante tanto tiempo, que aquellos que lo han oído una y otra vez se lo han creído, por eso le siguen como autómatas humanos, hoy ese discurso se le acabo, dejándolo vacío y desesperado, pero por desgracia para la patria con muchos seguidores sin reflexión.
La misión será persuadir al indeciso, sembrarle la semilla de la reflexión al obnubilado y motivar al convencido para que voten por la estabilidad democrática, desarrollo económico y garantías jurídicas que sólo puede ofrecernos hoy el Ingeniero.
Como persuasión al indeciso, el ‘’cambio’’ está asegurado el 7 de agosto, la pregunta es, ¿qué cambio queremos? Las propuestas económicas de Rodolfo Hernández plantean como ejes, la transformación del campo, equilibrar la balanza comercial fortaleciendo la producción nacional, y la optimización de los recursos públicos, su caballo de batalla es la lucha contra la corrupción, la educación y la justicia social con cárceles productivas, para que los presos trabajen allí y se paguen su propia comida. Las propuestas de Petro incluyen el uso irresponsable de las pensiones para más gasto, la democratización de nuestra propiedad privada, el tren elevado de costa a costa, – quiero contarles que no fue capaz de hacer un línea de metro como alcalde de Bogotá, ahora será capaz de atravesar nuestro territorio uniendo los dos océanos en un tren volador –, por Dios, impuesto arbitrarios al sector productivo y desmonte del sector minero-energético aumentando así el costo de vida de los colombianos.
Como reflexión al obnubilado, hay un adagio popular que dice, ‘’dime con quién andas y te diré quién eres’’, ¿con quién anda Petro? con la más desagradable expresión de corruptela moral, ha recibido en sus filas a lo peor de lo peor, clientelistas, ladrones, bandidos, violadores, secuestradores, todos los colombianos sensatos sabemos que esa mezcla hedionda no llegará a servir, sino a servirse, y si el adagio es aplicado… ¿qué me dicen de Petro? Por otro lado, Petro está dispuesto a disponer de todo lo que usted ha ahorrado en el sistema pensional para gastarlo, ¿y sabe en qué? en lo que él quiera, sumado a esto, si usted maneja una moto, un taxi, un carro, si usted coge bus para ir al trabajo, sepa bien que con el cese de la exploración petrolera, otra de las propuestas de Petro, el galón de combustible subirá a más del doble y su pasaje de bus también… esto solo para reflexionar un poco.
Y finalmente como motivación al convencido, vivimos en una patria hermosa, fruto de los actos heroicos de nuestros próceres que ofrecieron sus vidas y bañaron con sangre los campos de batalla para darnos nuestra libertad, tenemos una nación de gente pujante y valerosa, de hombres y mujeres libres que con trabajo y esfuerzo hemos logrado progresar, no nos dejemos intimidar por el candidato eterno y su pandilla de pillos de primera línea amenazándonos con atacar, los buenos somos más, los que amamos a Colombia somos más, ¡los patriotas somos más! Por nuestro país, por nuestra democracia, por nuestros hijos y por nuestra libertad, hagamos el acto más revolucionario que podemos hacer en estos días de oscuridad, y derrotemos contundentemente la narrativa mentirosa de Petro en la última contienda electoral