Las bocas mentirosas

Administrador de empresas y periodista. Premio Nacional de periodismo SIMÓN BOLÍVAR. Galardón vida y obra “Orlando Sierra”. Alumno orgulloso de Juan Gossain, Yamit Amad, Guillermo Lema, José F Corredor y Javier Giraldo Neira. Experiencia en Radio prensa, tv, internet.

Esteban Jaramillo
Publicado por: maria.vargas el Sáb, 14/05/2022 - 15:13
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Esteban Jaramillo
"Que han sobrevivido al empuje del periodismo canalla, que se caracteriza por atizar conflictos con mentiras, manipulaciones y manoseos".

Hablo de periodismo. El serio, con rigor y credibilidad. Pero también el lisonjero y amarillista, acostumbrado a soltar rumores para ganar viralidad. El de las bocas mentirosas.
 
Quiero resaltar a los periodistas comprometidos, de gestos, voces y pensamientos; con ideas, palabras, estilos y liderazgo. Los que valoran la credibilidad como la máxima virtud. 
 
Que han sobrevivido al empuje del periodismo canalla, que se caracteriza por atizar conflictos con mentiras, manipulaciones y manoseos. 

En informar sin respeto desde la cobardía del anonimato, por un punto en el rating. En un mundo de imposturas en el que ser
mediocre es rentable y desinformar es un deporte. 
 
Experto en irrespetar en los juicios de valores, dominados por el empuje perverso de las redes sociales. 
 
Periodistas vampiro que se adjudican noticias ajenas, textos que no escribieron, entrevistas que no realizaron, o reportajes y crónicas, que no prepararon. Plagiarios sin decencia. 

Periodismo de ojo cínico acostumbrado a crear ídolos de papel, para luego derrumbarlos.

Que confunde las implicaciones de la caída de un ídolo, caso Rincón; lanza noticias sin sustento en la verdad, caso Egan Bernal falseando expectativas; salpica con críticas destructivas un desfallecimiento, caso Nairo Quintana; minimiza los efectos de un descalabro, como el de la selección Colombia; postula candidatos para reemplazar a Reinaldo Rueda, con las debidas rectificaciones de los directivos, motivados por empresarios generosos. 

Sin memoria para los héroes del pasado, resta importancia al brillo de otros deportistas, porque el periodismo deportivo actual, es futbolero…Y desenfrenado.