Las soluciones del jugador invisible

Publicado por: christian.sandoval el Dom, 07/11/2021 - 13:11
Por: Esteban Jaramillo Osorio.

En forma, James Rodríguez es un futbolista formidable. En su reintegro a la selección es bueno comprobar si llega como solución, imposición o provocación

Si será o no un problema, si trae la voluntad de mejorar las relaciones con el vestuario y de reencontrarse a sí mismo, con su futbol.  

Si, a pesar de entrenar sin rigor y su falta de competencia de especial nivel, conserva sus cualidades por todos conocidas

Ni méritos, ni rendimiento, ni la actualidad en su juego, dan confianza. Su estado físico y técnico no son garantía. Se duda si llega a sumar o restar, como artista u obrero, a pelear por un derecho a ser alineado, que él mismo descartó cuando marchó por el camino de la insubordinación.  

De brillar en los próximos partidos, dejará por el piso los paradigmas estrictos de los entrenadores, quienes afirmaron y comprobaron que sin entrenar y competir con rigor, es imposible lograr el máximo rendimiento.  

Si él lo hace, estaremos frente a un fenómeno futbolero y Colombia será feliz. 

Su regreso despierta ácidas polémicas entre quienes añoran ver su futbol del pasado y los que señalan su ausencia de compromiso.  Los que le ven como redentor y aprecian la selección como su plataforma de relanzamiento. Y aquellos que afirman que solo vuelve para silenciar a los críticos

No se ve coherente el discurso de Rueda quien siempre dijo que a sus jugadores preferidos los esperaba con una producción del “500 por ciento”, y James no llega ni a la mitad. 

James regresa con grandes expectativas, por sus altas cuotas de adrenalina a ponernos a soñar, con su añorado futbol flotante, lleno de gracia y calidad. 

Ojalá sea un jugoso aporte y no una ficha incomoda o un jugador invisible impuesto por los patrocinadores.