La soledad como maestra

Publicado por: david.palencia el Jue, 08/07/2021 - 08:55
Creado Por
Armando Martí
En el silencio de la soledad, logramos encontrar el camino que nos conduce al conocimiento de nuestra verdadera esencia, volviéndonos autónomos para servir y ayudar al otro.

Definitivamente, en la soledad somos capaces de escuchar las verdades más ocultas de nuestro inconsciente y profundizar en la génesis de los problemas personales que debemos resolver.

Casi nunca sabemos quiénes somos y el miedo a descubrirlo nos impulsa a buscar distractores externos que nos hacen caer en pensamientos obsesivos, los cuales debilitan nuestra voluntad, distorsionan la mente y nos impiden escuchar la amorosa guía proveniente de la conciencia lúcida, que nos invita a dejar de hacernos daño.

Sin duda, más allá del personaje social y el actor emocional que representamos, debemos encontrar a la persona auténtica para desarrollar nuestra verdadera fuerza y potencial.

Así logramos detener el continuo desgaste emocional y físico, el cual nos enferma al tratar inútilmente de sostener el peso de las máscaras y disfraces que usamos para aparentar estar siempre “divinamente”, fingiendo ser felices.

Los budistas afirman: “si huyes de tu propia sombra nunca conocerás la fuerza y la luz que habitan en tu alma”. Por eso, lo mejor que podemos hacer en este confinamiento mundial a causa de la pandemia del COVID-19, es reflexionar en torno a la enfermedad, la muerte y el dolor emocional para afrontarlos valientemente, pues todo incluyendo las más duras pruebas, se transforman constantemente.

La soledad elegida es uno de los mejores caminos hacia el equilibrio mental. Gozar la paz de estar con uno mismo, es un regalo que sólo se obtiene al vivir de instante en instante y aceptando todo lo que el destino tiene para nosotros sin exageradas expectativas, pues lo único estable en la vida es el cambio.

En el silencio de la soledad, logramos encontrar el camino que nos conduce al conocimiento de nuestra verdadera esencia, volviéndonos autónomos para servir y ayudar al otro.

Solamente quien asume la soledad, puede vivir el amor que libera sin condiciones, aprendiendo a amar sin miedo ni control. Saber estar solos es necesario, ya que desde allí aprendemos a comunicarnos con nosotros mismos y a superar el sentido de separatividad en la existencia.

Recordemos que el objetivo de centralizarse en uno mismo a través de la soledad es descentralizarse en el otro, aprendiendo a escucharlo, apoyarlo y comprenderlo.

El silencio interior permite comunicarse serenamente con los corazones de todos los seres humanos, y desde la compasión y la humildad, agradecer la paz que produce la meditación y la oración, al conectarnos a un nivel de conciencia superior, es decir, espiritual.

Por: Armando Martí