Tú sostienes el mundo cuando:
Te arriesgas porque sabes que la distancia no es nada y que lo que cuenta es dar el primer paso.
Nos buscas seguridades y te conectas a la confianza asumiendo el riesgo de ser.
Asumes que no hay relación sin riesgo.
Te das cuenta de que la vida te reta a ser original y no una mera copia.
Te conviertes en un artista del vivir y haces de tu vida una obra de arte.
Aprendes que las cosas intangibles son más importantes que las cosas materiales.
Haces lo que debe ser hecho, aunque tengas miedo.
Entiendes que las cosas sencillas son las más importantes de la vida.
Comprendes que no tienes que ser el mejor de todos sino dar lo mejor de ti mismo.
Decides ser parte de la solución en lugar de formar parte del problema.
Eres consciente de que cada que eres injusto, una luz del firmamento se apaga.
Además de comprender la vida, la vives.
Luchas contra la indiferencia y de comprometes.
Procuras no irte a dormir sin ponerte en paz con las personas que amas.
Vives la felicidad desde un estado de gratitud.
No te centras sólo en lo que dicen los demás, sino, sobre todo, en lo que hacen y aman.
Al mirarte al espejo no sólo ves el problema, sino también la solución.
Das un SÍ sincero a tu vida.
“Tú sostienes el mundo” en la voz del Logoterapeuta y Coach de Vida Armando Martí© (una adaptación del libro El Cansancio Moral de Jaume Soler y M. Mercé Conangla), para la sección Konciencia de KienyKe.com. Escúchalo, disfrútalo y compártelo:
Experimentas la intimidad que se da entre personas que abren juntas la puerta de la confianza sin límites.
Vives sencillamente para que otros, sencillamente, puedan vivir.
Otorgas el margen de libertad necesario para que se desarrolle la confianza.
Siembras justicia y recoges paz.
Aprendes que si eres solidario nunca serás solitario.
Ves en tu historia vital fundamento de tu dignidad.
Asumes que creer también incluye dudar.
Te responsabilizas de construir tu autonomía sin dejar de lado a los demás.
Aprecias la belleza de una buena obra de arte.
Cuidas y valoras el regalo de la naturaleza.
Entiendes que conformarse con poco es difícil, pero que conformarse con mucho es imposible.
Decides que, para vivir mejor, es preciso ser mejor.
Constatas que todo lo que no das, lo pierdes.
Conoces que la gratitud es la memoria del corazón.
Sabes que tal vez no puedes cambiar el mundo, pero sí que puedes cambiar tu mundo.
Reivindicas que un mundo diferente no puede ser construido por gente indiferente.
Constatas que la honradez se para antes de traspasar la puerta, mientras que la corrupción entra sin llamar.
Aprendes a saber llegar y también a saber irte.
Tomas conciencia de que al morir sólo te llevarás lo que hayas regalado de ti mismo.