“Por qué tenían que irse de este mundo así”, se lamenta Ignacia Palacio por el fallecimiento de su hija Katherine 22 años y Dayana, su hijastra, quienes perdieron la vida con una diferencia menor a dos meses, víctimas de la violencia urbana e intolerancia que aqueja algunos barrios deprimidos de Cartagena.
Ambas fueron alcanzadas por balas perdidas cuando estaban en sus días de descanso laboral a las afueras de sus respectivas viviendas en el barrio Olaya Herrera, caracterizado por tener casas construidas de madera y habitado por desplazados, obreros y vendedores ambulantes. (Lea también: Así es la vida en el Caracolí, uno de los barrios más peligrosos de Bogotá)
Ese barrio, al sur oriente del “Corralito de piedra”, se le considera la cuna de la champeta y zona donde cientos de jóvenes han conformado peligrosas pandillas que se pelean a sangre y muerte el control del territorio para el microtráfico, extorsión y hurtos.
El pasado 8 de marzo, sobre las 10 de mañana, Dayana Puello estaba en la puerta de su casa cuando de repente sintió un alboroto, el ruido de unas motos y disparos.Preocupada salió a buscar a Kevin*, su hermano menor, para protegerlo, dio unos pasos cuando fue alcanzada por dos impactos de bala en la cabeza, reveló El Heraldo de Barranquilla. El niño resultó ileso.
La adolescente murió en el acto. Quedó en medio de una persecución de unos policías a un joven motociclista que, al parecer, había cometido un robo y desobedeció una orden de detenerse en un retén.
Según algunos testigos, los patrulleros dispararon al conductor de la moto, pero Dayana fue quien recibió los impactos.
El pasado 2 de mayo, justo un mes y 24 días después de la trágica muerte de Dayana, su familia aún lamentaba su partida, cuando la historia se volvió a repetir: Katherine Palacio, media hermana de Dayana por parte partena, se encontraba en la terraza de su vivienda del mismo barrio, cuando apareció un hombre en moto que iba persiguiendo y disparando a otro que corría por la calle.
Katherine, quien estaba a punto de culminar estudios de salud ocupacional, nisiquiera alcanzó a esconderse. Uno de las balas impactó en su cabeza, a la altura de la cien izquierda y se desplomó. Familiares y vecinos la llevaron hasta un centro asistencial pero era demasiado tarde. La joven, madre de un niño de tres años, había muerto. “Ella aún lloraba la muerte de su hermana y no se imaginó que moriría igual al poco tiempo”, dice Ignacia, quien ahora deberá hacerse cargo de su nieto huérfano.
“Iba en busca de venganza”.
De acuerdo con testimonios que rindieron algunos vecinos, el presunto responsable de la muerte de Katherine es un conocido del sector que trataba de vengar la agresión con arma blanca que le habían ocasionado a uno de sus hijos.
Para desgracia de Katherine, que no tenía nada que ver con la disputa, murió en similares circunstancias que su medio hermana. “El tipo disparó y dijo que a él no le importaba matar a cualquier persona”, contó un vecino al El Heraldo.
El pasado lunes Ignacia sepultó a su hija en el cementerio Jardines de Cartagena en medio de la tristeza e indignación por la infortunada muerte. “Esperamos que atrapen a los responsables. Esto no puede seguir pasando” contó a KienyKe.com la madre, quien además asegura que en ese sector de ‘La Heroica’ se convirtió común que los ciudadanos queden atrapados en medio de balaceras.
Aunque la policía reforzó la seguridad del barrio, los vecinos temen que haya más víctimas inocentes por la violencia. Hace un mes residentes del Olaya se tomaron las calles para protestar contra la delincuencia y llamar la atención de las autoridades.
¿Qué dice la policía?
El comandante de la Policía Metropolitana de Cartagena, el coronel Jorge Luis Ramírez Aragón, dijo que la mayoría de los homicidios registrados se deben a la intolerancia y las riñas. Además el oficial explicó que la institución trabaja con 16 estrategias, principalmente elementos de disuasión y prevención, que se apoyan en el trabajo de la policía judicial e inteligencia y se hace para recoger las pruebas necesarias sobre un capturado.
Para contrarrestar las pandillas y delincuencia juvenil, el coronel Ramírez afirma que los padres de familia son necesarios para combatirlos, pues según el oficial, deben llevarlos a sus casas cuando estén en medio de riñas.
Hasta el momento no se ha registrado capturas por la muerte de las hermanas Puello, aunque el oficial destacó la captura de un peligroso sicario que tenía en su prontuario más de una decena de homicidios. “Alias ‘Dimas’ pertenece a la banda Los Urabeños, grupo que delinque en Cartagena. Hay 10 más que hemos capturado en los últimos seis meses”, precisó el coronel al Universal de Cartagena.
*Nombre cambiado para proteger la identidad del menor.
En Twitter: @Dacortega
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