Un impactante caso llamó la atención de los estadounidenses esta semana luego de que un hombre identificado como Thomas Goodman recibiera una extrema condena por casos de pedofilia.
El sujeto fue sentenciado a 260 años de prisión por haber abusado sexualmente de seis menores de edad, entre ellos una recién nacida quien fue atacada hasta que cumplió año y medio. Además de ocho cargos de explotación sexual y uno por tener en su poder pornografía infantil sádica.
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El juez John J. McConnell le impuso una condena de 30 años de cárcel por cada delito de abuso sexual y 20 más por la posesión de pornografía. Sin embargo, otro detalle que dejó atónitos a los asistentes del juicio, fue que el sujeto se desmayó en la sala tras escuchar el veredicto.
"El nivel de depravación va más allá de la comprensión", expresó el juez a dictar la sentencia.Los hechos que tuvieron lugar en Rhode Island, Estados Unidos, salieron a la luz el pasado mayo cuando el jefe del presunto agresor lo denunció con la Policía al encontrar imágenes sexuales de menores en su teléfono móvil. En ese momento, las autoridades encontraron 7.800 imágenes y 370 grabaciones sexuales. Por lo que Goodman fue arrestado y se comenzó la debida investigación. De acuerdo con la Fuerza Pública varios de los videos habrían sido publicados en varias páginas de Internet. Meses más tarde, el victimario confesó su culpabilidad. El abogado defensor trató de lograr una reducción de la pena solicitando que sea de 22 años, argumentando que contaba con un historial limpio. Asimismo, confesó que su apoderado había sido víctima de abuso sexual por un profesor. No obstante, el juez afirmó: "la única forma en que puedo hacerlo es que nunca más salgas de la cárcel. No tengo ninguna garantía de que vayas a parar". Además de pasar su vida tras las rejas, Goodman deberá pagar 5.000 dólares por cada uno de los cargos por los que fue declarado culpable.