La Fiscalía General de la Nación anunció por petición suya que se había implantado una nueva medida temporal sobre el joven que asesinó a un sacerdote en la ciudad de Bogotá. El órgano judicial aseguró que habían impuesto una medida de internamiento preventivo por este hecho y que las investigaciones continúan.
El pasado lunes 18 de febrero los habitantes del barrio Patio Bonito de la localidad de Kennedy no salían de su asombro por la noticia de este crimen. En este sector se supo que el sacerdote Carlos Ernesto Jaramillo Vega había sido atacado con arma blanca y, a pesar de que fue auxiliado casi inmediatamente por varias personas que estaban en el edificio y fue trasladado al Hospital de Occidente, nada se pudo hacer por mantenerlo con vida ya que llegó al centro asistencial sin signos vitales.
Luego de esto fue capturado un joven de 16 años, natural de otro país de la región, y se dice que habría un segundo involucrado que alcanzó a escapar cubierto por una capucha.
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Sobre el capturado, la Fiscalía pidió al Juzgado 7 Penal Municipal de Bogotá con función de control de garantías esta medida de internamiento preventivo mientras se conocen más detalles de lo sucedido.
En las audiencias preliminares que se adelantan este victimario aceptó los cargos imputados por el fiscal de la Unidad de Responsabilidad Penal para Adolescentes, pero se sostuvo que su conducta había sido parte de un acto de legítima defensa ya que el religioso habría intentado abusar sexualmente de él.
Jaramillo, el religioso de 65 años, aparentemente tenía una fama favorable entre los vecinos del barrio en el que ejercía su labor; incluso, menciona que en los últimos meses se había dedicado a ayudar a migrantes venezolanos que habían tenido que salir de su país buscando mejores condiciones de vida. La Fiscalía comentó que las investigaciones continuarán hasta esclarecer si la versión del joven corresponde a la realidad.
