Los gritos de ella alertaron a todos los vecinos. Minutos más tarde el silencio confirmó una noticia que, al igual que el asesinato de Santiago Nasar, fue el final de una muerte anunciada.
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Federico Soriano, al sentir que perdía a Dorfy Niño la mujer con la que había compartido ocho años, tomó la decisión de matarla antes de que otro hombre ocupara su lugar, antes de que otro hombre la enamorara. La asesinó a las 6:12 de la mañana de este 31 de octubre.
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Dicen los testigos que Federico Soriano llegó a la vivienda de Dorfy minutos antes de las 6:00 de la mañana. El hombre, como había hecho en los últimos meses, intentaba convencer a su esposa de que volviera con a su lado, pero al parecer ella tenía clara su respuesta, que siempre, desde que él se marchó, fue un no rotundo.
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También cuentan que la mujer, que vivía de vender tintos en la Zona Franca de Bogotá, había renunciado al amor de Federico Soriano, por los celos obsesivos de él, que muchas veces terminaron en peleas y fuertes golpes que ella ocultaba bajo la tristeza.
Ese 31 de octubre, después de pelear con Dorfy dentro de la vivienda ubicada en el barrio Kasandra en la localidad de Fontibón (Bogotá), Federico Soriano, al entender que su esposa no volvería con él, tomó un cuchillo y se abalanzó contra la mujer que decía amar. La apuñaló 13 veces, quitándole la vida de manera casi inmediata.
Después de dejar el cadáver atrás, abrió la puerta y con el cuchillo aún en las manos amenazó a los vecinos que llegaron hasta la puerta de la casa con la intensión de ayudar a la mujer que los había alertado con sus angustiosos gritos de muerte.
Federico Soriano se subió a su camioneta blanca y en medio de la euforia de los residentes del barrio intentó huir, pero un par de motociclistas lo siguieron hasta que junto con la policía, lograron detenerlo metros más adelante.
La vendedora de tintos y aromáticas deja tres hijos, dos mayores de edad, fruto de una relación anterior y un niño de ocho años, hijo del hombre acusado del homicidio.
