Su hijo de dos años la salvó de morir asesinada

Sáb, 15/03/2014 - 05:01
“Es un milagro que esté viva”, así resume su estado Leidy Juliana Cárdenas, de 25 años,  después de permanecer casi un mes hospitalizada en cuidados intensivos luego de ser atacada con sevic
“Es un milagro que esté viva”, así resume su estado Leidy Juliana Cárdenas, de 25 años,  después de permanecer casi un mes hospitalizada en cuidados intensivos luego de ser atacada con sevicia por un vecino. El pasado 3 de febrero hacia las nueve de la mañana, Leidy se encontraba preparando un tetero para su hijo en su casa en el barrio Villa Nueva, en La Unión, Valle del Cauca, cuando por la ventana de la vivienda vio una sombra. Reconoció a su vecino, Óscar Enrique Quebrada Gallego, de 27 años, quien tres semanas antes había arrendado la casa de al lado.  “¿Qué vas hacer con esa piedra? Le preguntó  Leidy con miedo. “Espere y verá. No vaya a gritar porque algo le puede pasar al niño”,  dijo el hombre, según el relato de la joven. Quebrada corrió hasta donde se encontraba Leidy y la empezó atacar con la piedra. “Me cogió los brazos hacia atrás con su mano izquierda y con la derecha llevaba la piedra. Me llevó hasta la sala y ahí empezó a darme en la cabeza con la piedra”. Cárdenas explica que al agresor no le bastó con los golpes sino que además le quiso cercenar un dedo de la mano. “Con un alicate me cortó el dedo pulgar de la mano derecha. Me rebanó un poco y me sacó la uña”. A partir de ese momento Leidy no recuerda nada más porque perdió el conocimiento. ¿Por qué la atacó? Leidy cuenta que había hablado con su agresor en un par de ocasiones. Incluso señala que no le sorprende que la haya atacado. “Una vez vio que tenía un computador portátil y preguntó cuánto valía”. Además, Leidy afirma que el hombre, sin tener la más mínima confianza, le preguntó el monto del salario de su esposo, Alexander Arias, de 27 años, quien labora en una reconocida empresa comercializadora de frutas en el Valle del Cauca. Después de dejarla moribunda en el piso el hombre aprovechó para buscar pertenencias de valor. Se robó las argollas de matrimonio, un anillo de grado, una cadena de oro y un celular. El computador no lo encontró porque un día antes lo habían prestado a un familiar. “Estoy viva por mi bebé” Mientras atacaba a Leidy, el maleante sacó a Felipe, de dos años, al patio. “Gracias a Dios no le hizo nada al niño”, cuenta. Felipe, en medio del escaso lenguaje que maneja por su corta edad, le dijo a una vecina tres palabras que fueron suficientes para alertarla. “Mamá, cayó, piso”. Su vecina vio que Óscar saltaba la reja de la casa. Otros vecinos del sector señalaron a El País de Cali que al percatarse de lo ocurrido trataron de auxiliar a la joven, pero no pudieron. Luego lograron abrir la puerta, sacar al menor y llevar a la mujer a un centro asistencial. Encontraron a su vecina irreconocible por la cantidad de sangre que salía de su rostro.  “Tenía la cabeza prácticamente abierta”, contó Leidy. Los vecinos trasladaron en un taxi a Leidy al centro médico del pueblo. Por la complejidad de las heridas fue remitida a la clínica Valle de Lili, de Cali. Sin embargo, en medio del camino tuvo que ser internada de urgencia en María Ángel de Tuluá porque se le inflamó la tráquea y no podía respirar. “Mi esposo me cuenta que estaba morada y que los médicos estaban asustados. Si no me llevan a esa clínica, no estaría contando el cuento”. Permaneció intubada durante 20 días. Después fue sometida a una traqueotomía y pudo respirar con normalidad otra vez. En total estuvo 28 días hospitalizada, de los cuales 18 permaneció en cuidados intensivos. Tuvo fracturas en el cráneo y en el rostro. Además, como si fuera poco, en la clínica adquirió una bacteria que le provocó neumonía y por eso fue sometida a un coma inducido. “La gente y los médicos están sorprendidos de mi recuperación. Le agradezco a Dios, que  por medio de mi bebé, me salvó la vida. En la clínica estimaban que estaría, por lo menos, un mes más en recuperación”. Mujer apedreada, Leidy Cárdenas, Kienyke ¿Quién es el agresor? Una semana después fue capturado Óscar Quebrada, alias el “Quiebrahuesos”, gracias a que empeñó los objetos robados en una compraventa de Cartago y  así las autoridades pudieron seguirle el rastro, reveló El País. Pese a que Leidy identificó a su verdugo, Quebrada no aceptó los cargos de homicidio en grado de tentativa y hurto calificado. “Lo reconocí por fotos que me mostraron, pero me dará miedo cuando tenga que encontrármelo  en el juicio”, sostiene la joven madre. Lucy Núñez, abogada de Leidy Cárdenas, dijo que según la fiscalía, ‘El Quiebrahuesos’ tiene antecedentes por hurto y violencia intrafamiliar. Esperan que la justicia le dé una ejemplar condena, pues no se podría aspirar alguna indemnización con el sanguinario delincuente. “Este señor no tiene nada para responder y haremos todo para que pase por los menos 20 años preso”, sostuvo.  “Volví a ser una niña” Después de escapar de la muerte, Leidy afirma que tiene miedo de estar sola. Por ese motivo volvió a vivir en la casa de sus padres. “No puedo estar sola con mi hijo. Me da pánico y siento que alguien puede hacernos daño.” Además, tendrá que someterse por un tiempo a tratamiento psicológico para superar el recuerdo del brutal ataque. Pese a que no sufrió daños cerebrales, sí tiene una pérdida parcial de memoria. “Me cuesta reconocer algunas personas y hechos recientes”. Leydi Juliana reconoció al agresor ante las autoridades y ahora espera la audiencia de imputación de cargos.“Pido que se haga justicia y pague todo lo que me hizo”.
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