En menos de 12 días tres policías fueron asesinados en Bogotá. Dos homicidios ocurrieron en la misma localidad, Ciudad Bolívar, al sur, con una diferencia de 46 horas. Por tal razón se llegó a pensar que entre estos asesinatos había una relación. El otro hecho se presentó en el centro-oriente de la ciudad, en el barrio Salitre, a comienzo del mes de junio.
Algunas versiones hablan de ajustes de cuentas, otras indican problemas personales y familiares y otras más han llegado hasta mencionar que alguno de estos hechos esté relacionado con actos delictivos por parte de los uniformados.
Aunque las investigaciones de estos hechos las llevan diferentes entidades: dos fueron asumidas por el Cuerpo Técnico de Investigación de la Fiscalía, CTI, y el tercero lo investiga la Sijin (Policía Nacional), el comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, general Humberto Guatibonza, indicó a KienyKe.com que se descartan nexos entre los tres homicidios. También indicó el alto oficial que en uno de los hechos ya hay avances en la investigación, al punto que se esperan capturas por ese crimen.
Según el general Guatibonza, los dos casos de Ciudad Bolívar, donde perdieron la vida los patrulleros Jhon Eliecer Salcedo Luna y Juan Gabriel Leguizamón López, se presentaron por problemas personales. Por otro lado, fuentes policiales indicaron a KienyKe.com que el homicidio del subintendente José Alfredo Montaña Riaño, hallado con un disparo en el pecho al interior de un vehículo en El Salitre, es un homicidio, en el que, al parecer, hay policías involucrados.
Primer crimen: ¿Policías involucrados?
El pasado 6 de junio los residentes del barrio El Salitre se levantaron acompañados de un extraño hecho: al interior de un vehículo de placas CSV 728 se hallaba, desde tempranas horas de la madrugada, el cadáver de un hombre.
Cuando los criminalistas del CTI llegaron al lugar de los hechos, constataron que la víctima era José Alfredo Montaña Riaño, un subintendente de la Policía Nacional, adscrito al departamento de antinarcóticos de la institución.
Montaña, de 33 años, llevaba 12 al servicio de la policía. Su crimen, en primera instancia, se tipificó como un hecho suicida. Versiones de compañeros y amigos que indicaban que él se encontraba devastado por un problema personal y sentimental, la forma en que hallaron el cadáver y el arma de fuego, hicieron pensar que el subintendente se habría quitado la vida.
Después de 12 días de análisis el director del Instituto de Medicina Legal, doctor Carlos Valdés, indicó que no se trató de un suicidio, fue un hecho homicida.
Fuentes policiales le indicaron a KienyKe.com que las investigaciones que se han llevado a cabo hasta el momento indican que, al parecer, en el crimen del uniformado, quien murió de un tiro certero en el pecho, hay policías involucrados.
Segundo crimen: ¿Ajuste de cuentas… tráfico de drogas?
Faltaban 10 minutos para las 11 de la noche del pasado 14 de junio cuando en el la calle 66A con carrera 18Q, barrio Compartir de Ciudad Bolívar, se escucharon varios tiros. Segundos después los gritos de una mujer que corría hacia un vehículo negro, que estaba estacionado de medio lado sobre el andén y agujereado por proyectiles, dejaron ver la tragedia.
Al interior del automóvil Renault Sandero de placas HCY 266 se hallaban los cuerpos baleados de dos hombres. El copiloto fue identificado como Heriberto Gutiérrez Gutiérrez, según sus familiares, comerciante de Corabastos. Este hombre fue baleado en el tórax y el abdomen. La otra víctima, el conductor del carro, tenía impactos en la cara y el pecho. Lo identificaron como Jhon Eliecer Salcedo Luna, patrullero adscrito a la Dirección Investigación Judicial y Criminal, Dijin.
Al parecer, el patrullero, de 28 años, y que vivía en el barrio Casa Linda (Ciudad Bolívar), llegó hasta el barrio Compartir, para dejar en su casa a Gutiérrez. Según parece, fue en ese momento cuando fueron baleados por desconocidos que emprendieron la huida en la oscuridad de la noche.
El general Guatibonza señaló que la muerte de estos dos hombres, según lo investigado hasta el momento, tiene que ver con una disputa que se desató por problemas personales y familiares de las víctimas con otras personas. También le contó el alto oficial a Kienyke.com que sobre este caso, en particular, hay personas identificadas las cuales muy pronto podrán ser capturadas.
Tercer crimen: Dudas…
El patrullero Juan Gabriel Leguizamón López, adscrito a la Policía Metropolitana de Bogotá, llevaba en la institución nueve años. Tenía una pequeña hija de diez. Hace seis años se había separado y hace cinco tenía otra relación. Era el segundo de tres hermanos. Fue asesinado con dos disparos de arma de fuego. Un tiro impactó su cabeza y el otro el tórax. Murió instantáneamente.
El patrullero Juan Gabriel Leguizamón López, y el lugar donde murió.
Según María del Pilar Leguizamón, hermana mayor de Juan Gabriel, ningún miembro de la familia sabe a ciencia cierta qué fue lo que pasó. Según ella, se hermano era un hombre brillante, responsable, que no tenía enemigos ni amenazas en su contra. “Era un excelente papá con su hija. Aunque no vivía con ella, era su adoración”, indicó María del Pilar.
El homicidio de Leguizamón, quien al igual que el patrullero Salcedo, tenía 28 años, se presentó en el barrio Tesorito, también de Ciudad Bolívar. Este hecho ocurrió, según testigos, a las 6:05 de la tarde. El uniformado, que estaba de licencia médica por un malestar de riñón y tensión alta, se encontraba como cliente en una panadería de aquel barrio. Cuando se disponía a marcharse de allí, dos hombres a bordo de una motocicleta de alto cilindraje se le acercaron y sin mediar palabra le dispararon en dos oportunidades.
El general Guatibonza indicó sobre este hecho que Leguizamón, el día del homicidio, tenía que llegar a trabajar al CAI Lucero de Ciudad Bolívar, a donde había sido trasladado. “No se presentó en su puesto de trabajo… Y tenemos dudas sobre qué era lo que estaba haciendo el policía allí. La investigación sigue su curso”, indicó el alto oficial.
Cuando los criminalistas del CTI llegaron al lugar de los hechos, constataron que la víctima era José Alfredo Montaña Riaño, un subintendente de la Policía Nacional, adscrito al departamento de antinarcóticos de la institución.
Montaña, de 33 años, llevaba 12 al servicio de la policía. Su crimen, en primera instancia, se tipificó como un hecho suicida. Versiones de compañeros y amigos que indicaban que él se encontraba devastado por un problema personal y sentimental, la forma en que hallaron el cadáver y el arma de fuego, hicieron pensar que el subintendente se habría quitado la vida.
Después de 12 días de análisis el director del Instituto de Medicina Legal, doctor Carlos Valdés, indicó que no se trató de un suicidio, fue un hecho homicida.
Fuentes policiales le indicaron a KienyKe.com que las investigaciones que se han llevado a cabo hasta el momento indican que, al parecer, en el crimen del uniformado, quien murió de un tiro certero en el pecho, hay policías involucrados.
Segundo crimen: ¿Ajuste de cuentas… tráfico de drogas?
Faltaban 10 minutos para las 11 de la noche del pasado 14 de junio cuando en el la calle 66A con carrera 18Q, barrio Compartir de Ciudad Bolívar, se escucharon varios tiros. Segundos después los gritos de una mujer que corría hacia un vehículo negro, que estaba estacionado de medio lado sobre el andén y agujereado por proyectiles, dejaron ver la tragedia.
Al interior del automóvil Renault Sandero de placas HCY 266 se hallaban los cuerpos baleados de dos hombres. El copiloto fue identificado como Heriberto Gutiérrez Gutiérrez, según sus familiares, comerciante de Corabastos. Este hombre fue baleado en el tórax y el abdomen. La otra víctima, el conductor del carro, tenía impactos en la cara y el pecho. Lo identificaron como Jhon Eliecer Salcedo Luna, patrullero adscrito a la Dirección Investigación Judicial y Criminal, Dijin.
Al parecer, el patrullero, de 28 años, y que vivía en el barrio Casa Linda (Ciudad Bolívar), llegó hasta el barrio Compartir, para dejar en su casa a Gutiérrez. Según parece, fue en ese momento cuando fueron baleados por desconocidos que emprendieron la huida en la oscuridad de la noche.
El general Guatibonza señaló que la muerte de estos dos hombres, según lo investigado hasta el momento, tiene que ver con una disputa que se desató por problemas personales y familiares de las víctimas con otras personas. También le contó el alto oficial a Kienyke.com que sobre este caso, en particular, hay personas identificadas las cuales muy pronto podrán ser capturadas.
Tercer crimen: Dudas…
El patrullero Juan Gabriel Leguizamón López, adscrito a la Policía Metropolitana de Bogotá, llevaba en la institución nueve años. Tenía una pequeña hija de diez. Hace seis años se había separado y hace cinco tenía otra relación. Era el segundo de tres hermanos. Fue asesinado con dos disparos de arma de fuego. Un tiro impactó su cabeza y el otro el tórax. Murió instantáneamente.
El patrullero Juan Gabriel Leguizamón López, y el lugar donde murió.
Según María del Pilar Leguizamón, hermana mayor de Juan Gabriel, ningún miembro de la familia sabe a ciencia cierta qué fue lo que pasó. Según ella, se hermano era un hombre brillante, responsable, que no tenía enemigos ni amenazas en su contra. “Era un excelente papá con su hija. Aunque no vivía con ella, era su adoración”, indicó María del Pilar.
El homicidio de Leguizamón, quien al igual que el patrullero Salcedo, tenía 28 años, se presentó en el barrio Tesorito, también de Ciudad Bolívar. Este hecho ocurrió, según testigos, a las 6:05 de la tarde. El uniformado, que estaba de licencia médica por un malestar de riñón y tensión alta, se encontraba como cliente en una panadería de aquel barrio. Cuando se disponía a marcharse de allí, dos hombres a bordo de una motocicleta de alto cilindraje se le acercaron y sin mediar palabra le dispararon en dos oportunidades.
El general Guatibonza indicó sobre este hecho que Leguizamón, el día del homicidio, tenía que llegar a trabajar al CAI Lucero de Ciudad Bolívar, a donde había sido trasladado. “No se presentó en su puesto de trabajo… Y tenemos dudas sobre qué era lo que estaba haciendo el policía allí. La investigación sigue su curso”, indicó el alto oficial.
