Un grupo de emprendedores colombianos decidieron afrontar el reto de combatir, con la industria del cuidado personal, las etiquetas que ha impuesto el mundo sobre la identidad de género. 'Rebéz' es el nombre del estudio de uñas, donde el arte y la libertad de expresión son los protagonistas; un espacio pensado para que los clientes se sientan cómodos por lo que son: seres humanos.
Rebéz identificó que la tendencia es clara: cualquier persona, sin importar su orientación sexual o identidad de género, quiere involucrar las uñas en su estilo. Es por esto que el emprendimiento de uñas está viendo el mundo del cuidado de manos y pies más allá de lo tradicional, ya que ve en este oficio la posibilidad de crear obras de arte como un elemento de expresión del cuerpo humano.
Así es como Zarai Ríos, Juan Carlos Gómez, Zaida Bernal y Mauricio Garzón buscan generar un impacto en la sociedad, generando un lugar seguro para aquellas personas que quieren expresarse a través de su cuerpo, sin miedos ni etiquetas.
“Rebéz nace con un gran propósito y es trabajar por la responsabilidad social. Estamos generando más de 30 empleos entre personas pospenadas, madres cabeza de familia, personas LGBTIQ+ e inmigrantes con la intención de darles la oportunidad a excelentes trabajadores de ejercer su talento sin importar su pasado, lugar de origen, orientación sexual o identidad de género. Una vez crucen la puerta de Rebéz, nos convertimos en lo que somos, humanos sin etiquetas”, explica Zarai Ríos, cofundadora de Rebèz.
Rebèz es el primer estudio de cuidado de manos y pies que busca ser inclusivo y seguro para la libertad de expresión, saliendo del estereotipo tradicional de los establecimientos del mismo sector económico. De ahí viene su nombre, que alude a la creación de un lugar disruptivo completamente al revés de lo que se conoce en el mercado
“Como politóloga soy consciente de que las construcciones sociales o los estereotipos no se cambian de la noche a la mañana. Frases como “los verdaderos hombres no se hacen las uñas, o esas son cosas de mujeres” las continuamos escuchando a diario. Sin embargo, creemos firmemente en que la generación de emprendimientos incluyentes y responsables contribuyen a derribar esas ideas que lo único que hacen es alejarnos del mundo real. La sociedad está cambiando y debemos generar modelos de negocio que no solo sean rentables, sino que hagan algo por la sociedad en la que habitan”, agregó Zarai Ríos.
Johana Bahamón, directora de la Fundación Acción Interna y quien trabaja por sensibilizar a la población civil en la importancia de generar empleo digno a la población pospenada, asegura que los emprendimientos deberían seguir el ejemplo de Rebèz. “Las personas que ya han salido de la cárcel y han cumplido su condena merecen reincorporarse a la sociedad de una forma digna. Rebèz es un ejemplo real de segundas oportunidades”, dice Johana.
La historia de Ana María Medina
Ana María estuvo diez años privada de su libertad. Hoy se une como una de las artistas del equipo de Rebèz. Asegura que “este será un espacio seguro y diverso que mediante el arte plasmado en las uñas les permitirá a las personas redefinir y transitar diferentes estilos. Rebèz es una apuesta de inclusión, arte y oportunidades. Es un proyecto que dignifica a quienes estuvimos privadas de la libertad y brinda una segunda oportunidad a quienes no tuvimos ni la primera”.