Emoción, tristeza, expectativa y preocupación. Cuatro sensaciones diferentes que invaden los cuerpos de los simpatizantes y jugadores de Golden State Warriors tras el quinto juego d
Emoción, tristeza, expectativa y preocupación. Cuatro sensaciones diferentes que invaden los cuerpos de los simpatizantes y jugadores de Golden State Warriors tras el quinto juego de las finales de la NBA.
De la mano de Stephen Curry y Klay Thompson, máximos anotadores del encuentro, el equipo de Oakland obtuvo su segundo triunfo en la serie final y aplazó el grito de campeón de los Toronto Raptors, quienes están a una victoria de obtener su primer anillo en 24 años de historia.
Los dirigidos por Steve Kerr demostraron ese favoritismo dentro del campo de juego y supieron remar contra la corriente en los cuatro cuartos para vencer al quinteto canadiense 106-105. Sin embargo, no todo fue alegría al interior de los Warriors.
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En los primeros minutos del segundo cuarto Kevin Durant sufrió una lesión que lo obligó a dar un paso al costado, no solo del encuentro sino de lo que resta de la serie final. El director general del equipo, Bob Myers, confirmó la noticia entre lágrimas.
"Kevin se lesionó el tendón de aquiles. Yo dirijo el departamento de operaciones de básquetbol y me pueden culpar a mí por lo que le ha ocurrido", expresó.