Tras la victoria en el quinto partido de Houston en casa, Golden State estaba en la obligación de igualar la serie, y tras un partido en el que el trio formado por Stephen Curry, Kevin Durant y Klay Thompson marcaron diferencia, los Warriors lograron enviar las finales de la Conferencia del Oeste al séptimo y definitivo juego tras vencer 115-86 a los Rockets.
Golden State, que no pudo contar con André Iguodala por tercer partido consecutivo, supo sufrir para acabar salvando la primera mitad, en un encuentro que llegaron a perder por 17 puntos. Los vigentes campeones reaccionaron tras el descanso y terminaron por fundir a unos Rockets que se excusaron en la baja por lesión de Chris Paul y su corta rotación de plantilla.
El tridente en la ofensiva de Golden State fue fundamental. Curry colaboró con 29 puntos, mientras que su compañero Durant marcó 23 y Thompson, el gran anotador del partido, se reportó con 35 unidades, para un total de 87 puntos entre los tres. Solo con las anotaciones de ellos hubiesen ganado el partido.
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Sobre la derrota de Houston, la figura, James Harden aseguró: "Sabíamos lo difícil que era enfrentarnos a los Warriors, actuales campeones de la Liga y, por lo tanto, el llegar al séptimo partido es algo normal", valoró Harden, que aunque acabó el partido con 32 puntos, falló 14 de 24 tiros de campo. "Dependemos de nosotros mismos y esperamos tener a Chris Paul con el equipo".
Por su parte, el entrenador de los Rockets, Mike D'Antoni, que reconoció que no tenía idea si al final Paul iba a estar recuperado para el séptimo partido, que se jugará en próximo lunes en el Toyota Center, aseguró que el equipo debía trabajar todos los escenarios posibles que se les podrían presentar de cara al decisivo encuentro: "Nos corresponde a nosotros conseguirlo. Será emocionante, con toda la ciudad que se volcará a darlos su apoyo completo".
