El legendario escenario representa el corazón del fútbol brasileño y el 13 de julio albergará la final de la Copa del Mundo Brasil 2014. Desde su apertura en 1950 su historia ha estado llena de goles, triunfos y tragedias.
Inauguración que rompió el corazón
Se jugaba la Copa Mundo de fútbol en el país de la samba en 1950, un mundial donde solo participaron 13 países divididos en 4 grupos, de los cuales clasificaron los mejores de cada grupo a una ronda final, siendo Brasil y Uruguay los mejores del certamen.
A la final llegó el archifavorito, una selección brasileña que se mostró imparable durante el torneo. La selecao había conseguido unas victorias contundentes ante Suecia (7-1) y España (6-1), razón por la cual el empate les daba a los canarinha el máximo trofeo de la época.
[youtube width="549" height="366"]http://www.youtube.com/watch?v=6pMmRFKKZfk[/youtube]
Por el otro lado, estaba el modesto Uruguay, un equipo noble en el que nadie creía, sino sus mismos jugadores. Los charrúas dejaron en el camino a Suecia, Bolivia y… Brasil.
“Siempre digo que solo tres personas han sido capaces de silenciar el Maracaná: el Papa, Frank Sinatra y yo’’: Alcides Ghiggia.
Las 173.000 personas que asistieron a la final, pensando en el primer título para Brasil en la Copa Mundial de la FIFA, fueron testigos de la primera alegría carioca en pies del delantero Friaca en portería celeste.
[youtube width="549" height="366"]http://www.youtube.com/watch?v=q-Rph3ZVKo0[/youtube]
Pero como la felicidad no fue completa, al minuto 66, Juan Schiaffino igualó el marcador. Pero la debacle que ha marcado generaciones en la historia del fútbol mundial llegó en pies del legendario Alcides Ghiggia, quien silenció a todo un estadio corroborando la mayor sorpresa en la historia de la Copa Mundial.
Con el marcador final de 1-2, el uruguayo envió a miles de aficionados que regresaron a sus hogares en un silencio sepulcral.
Sus cimientos
Maracaná, que está ubicado en la gran ciudad de Río de Janeiro, fue construido expresamente para albergar la Copa Mundo de 1950. Con una Europa que apenas salía de la Segunda Guerra Mundial, Brasil fue designado por la FIFA como anfitrión del torneo donde el gobierno del país suramericano se comprometió a hacer el estadio más grande du mundo.
Construido con cemento reforzado, con dos enormes gradas que rodeaban el terreno de juego con una forma oval y dividida por una pequeña sección de palcos abiertos, El Maracaná se convirtió en la gran creación brasileña en ese entonces. Oficialmente, la capacidad era de 125.000 personas sentadas y 30.000 de pie. También disponía de un foso de tres metros alrededor del terreno para evitar que los aficionados ingresaran al terreno de juego.
Como todo en Brasil, en especial en el fútbol, los nombres de los deportistas son apodos, y el caso del Maracaná no fue la excepción.
Cuando se inauguró, el 16 de junio de 1950, el recinto se llamó Estadio Municipal. En 1960 se rebautizó como el Estadio Jornalista Mario Filho, en honor al periodista del Jornal dos Sports y uno de los partidarios de la construcción del estadio. Sin embargo, en todo el mundo se le conoce como Maracaná por el nombre de un río que pasa cerca al recinto.
Un templo contemporáneo
Durante la historia, el Maracaná ha tenido varias modificaciones en su estructura física, pero cuando la FIFA le concedió ser sede del Mundial 2014 el máximo escenario comenzó a tener un cambio tecnológico.
Con una inversión de 300 millones de dólares, el Maracaná conservó su fachada y colores originales, pero su forma oval de cinco pisos ganó un techo dándole un aire de modernidad. El escenario pasó de 96.000 asientos a 78.838 luego de su reforma.
Entre sus cambios aparece una nueva cocina industrial con sus respectivos restaurantes, un nuevo túnel de ingreso, rampas y escaleras eléctricas. El parqueadero fue ampliado para albergar 16.000 vehículos.
La gran novedad es la instalación de 1.500 módulos solares que permiten producir 380 kilovatios de energía solar fotovoltaica, suficientes para abastecer la necesidad de electricidad del estadio y evitar la emisión a la atmósfera de 331 toneladas de CO2.
[youtube width="549" height="366"]https://www.youtube.com/watch?v=d-Kq5rZlT6M[/youtube]
La Selección Colombia no tiene gratos recuerdos del histórico estadio: ahí ha perdido por goleadas ante el local6-2 en 1969 y 6-0 en 1977. La última vez que el equipo patrio pisó el Maracaná fue para las eliminatorias a la Copa del Mundo de Sudáfrica 2010, cuando colombianos y brasileños empataron a cero goles.
En pantalla grande
A las salas de Cine Colombia en una única función llegará ‘Maracaná’, la película que tendrá una selección de imágenes inéditas y testimonios rescatados del famoso maracanazo que enlutó a todo un país durante la Copa Mundial de 1950.
http://www.youtube.com/watch?v=aGd5AQ8BWes&feature=youtu.be[/youtube]
Este film que está dirigido por los uruguayos Sebastián Bednarik y Andrés Varela, reconstruirá la final más famosa de la historia de Brasil demostrando que el fútbol, más que un deporte social, es un fenómeno social.
A la final llegó el archifavorito, una selección brasileña que se mostró imparable durante el torneo. La selecao había conseguido unas victorias contundentes ante Suecia (7-1) y España (6-1), razón por la cual el empate les daba a los canarinha el máximo trofeo de la época.
[youtube width="549" height="366"]http://www.youtube.com/watch?v=6pMmRFKKZfk[/youtube]
Por el otro lado, estaba el modesto Uruguay, un equipo noble en el que nadie creía, sino sus mismos jugadores. Los charrúas dejaron en el camino a Suecia, Bolivia y… Brasil.
“Siempre digo que solo tres personas han sido capaces de silenciar el Maracaná: el Papa, Frank Sinatra y yo’’: Alcides Ghiggia.
Las 173.000 personas que asistieron a la final, pensando en el primer título para Brasil en la Copa Mundial de la FIFA, fueron testigos de la primera alegría carioca en pies del delantero Friaca en portería celeste.
[youtube width="549" height="366"]http://www.youtube.com/watch?v=q-Rph3ZVKo0[/youtube]
Pero como la felicidad no fue completa, al minuto 66, Juan Schiaffino igualó el marcador. Pero la debacle que ha marcado generaciones en la historia del fútbol mundial llegó en pies del legendario Alcides Ghiggia, quien silenció a todo un estadio corroborando la mayor sorpresa en la historia de la Copa Mundial.
Con el marcador final de 1-2, el uruguayo envió a miles de aficionados que regresaron a sus hogares en un silencio sepulcral.
Sus cimientos
Maracaná, que está ubicado en la gran ciudad de Río de Janeiro, fue construido expresamente para albergar la Copa Mundo de 1950. Con una Europa que apenas salía de la Segunda Guerra Mundial, Brasil fue designado por la FIFA como anfitrión del torneo donde el gobierno del país suramericano se comprometió a hacer el estadio más grande du mundo.
Construido con cemento reforzado, con dos enormes gradas que rodeaban el terreno de juego con una forma oval y dividida por una pequeña sección de palcos abiertos, El Maracaná se convirtió en la gran creación brasileña en ese entonces. Oficialmente, la capacidad era de 125.000 personas sentadas y 30.000 de pie. También disponía de un foso de tres metros alrededor del terreno para evitar que los aficionados ingresaran al terreno de juego.
Como todo en Brasil, en especial en el fútbol, los nombres de los deportistas son apodos, y el caso del Maracaná no fue la excepción.
Cuando se inauguró, el 16 de junio de 1950, el recinto se llamó Estadio Municipal. En 1960 se rebautizó como el Estadio Jornalista Mario Filho, en honor al periodista del Jornal dos Sports y uno de los partidarios de la construcción del estadio. Sin embargo, en todo el mundo se le conoce como Maracaná por el nombre de un río que pasa cerca al recinto.
Un templo contemporáneo
Durante la historia, el Maracaná ha tenido varias modificaciones en su estructura física, pero cuando la FIFA le concedió ser sede del Mundial 2014 el máximo escenario comenzó a tener un cambio tecnológico.
Con una inversión de 300 millones de dólares, el Maracaná conservó su fachada y colores originales, pero su forma oval de cinco pisos ganó un techo dándole un aire de modernidad. El escenario pasó de 96.000 asientos a 78.838 luego de su reforma.
Entre sus cambios aparece una nueva cocina industrial con sus respectivos restaurantes, un nuevo túnel de ingreso, rampas y escaleras eléctricas. El parqueadero fue ampliado para albergar 16.000 vehículos.
La gran novedad es la instalación de 1.500 módulos solares que permiten producir 380 kilovatios de energía solar fotovoltaica, suficientes para abastecer la necesidad de electricidad del estadio y evitar la emisión a la atmósfera de 331 toneladas de CO2.
[youtube width="549" height="366"]https://www.youtube.com/watch?v=d-Kq5rZlT6M[/youtube]
La Selección Colombia no tiene gratos recuerdos del histórico estadio: ahí ha perdido por goleadas ante el local6-2 en 1969 y 6-0 en 1977. La última vez que el equipo patrio pisó el Maracaná fue para las eliminatorias a la Copa del Mundo de Sudáfrica 2010, cuando colombianos y brasileños empataron a cero goles.
En pantalla grande
A las salas de Cine Colombia en una única función llegará ‘Maracaná’, la película que tendrá una selección de imágenes inéditas y testimonios rescatados del famoso maracanazo que enlutó a todo un país durante la Copa Mundial de 1950.
http://www.youtube.com/watch?v=aGd5AQ8BWes&feature=youtu.be[/youtube]
Este film que está dirigido por los uruguayos Sebastián Bednarik y Andrés Varela, reconstruirá la final más famosa de la historia de Brasil demostrando que el fútbol, más que un deporte social, es un fenómeno social.
