Se esperaba que Nairo Quintana apareciera a lo grande y hoy fue el día. La inclemencia de la lluvia y la nieve presentes en la etapa 16 del Giro de Italia fueron insignificantes ante la muestra de gr
Se esperaba que Nairo Quintana apareciera a lo grande y hoy fue el día. La inclemencia de la lluvia y la nieve presentes en la etapa 16 del Giro de Italia fueron insignificantes ante la muestra de grandeza que dio el boyacense. Dejó a un lado la infección respiratoria que padeció la última semana y con un corazón inmenso le puso su sello a un capitulo inolvidable para el ciclismo nacional.
Irónicamente, descendiendo la montaña, Nairo le dio la puntada inicial a su hazaña. Aprovechó la confusión del pelotón y atacó con el único propósito de seguir al acecho de Rigoberto Urán. Nunca vaciló, enfundado en su caballito de acero seguía descontando tiempo a medida que avanzaba la etapa.
Urán lo dejó partir y lo padeció. Ascendiendo un puerto de montaña de primera categoría se finalizó la etapa y fue allí donde Nairo hizo suyo lo que por unos días fue propiedad de Rigo. Victoria de etapa y camiseta rosada para el boyacense. Los colombianos mandan en Italia. Ahora ‘Don Nairo’ es líder y Rigoberto Urán segundo, el tricolor nacional ondea firme en lo más alto del podio del Giro.