La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) advirtió en un comunicado de prensa que al menos 1.251 indígenas han fallecido a causa de la enfermedad del coronavirus (COVID-19) en la región de la Panamazonía en Suramérica.
El organismo difundió la cifra de indígenas fallecidos en un pronunciamiento en el que también expresó su preocupación por los pueblos originarios que integran la región del Gran Chaco en Bolivia, Paraguay, y Argentina.
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“En ese sentido, llama a los Estados de las dos regiones a adoptar e implementar políticas públicas reforzadas para el reconocimiento, fortalecimiento, protección y garantía de los derechos de los pueblos indígenas, asegurando el ejercicio de sus derechos participativos”, detalló la CIDH.
La organización advirtió que, para el caso de la Panamazonía, basado en cifras divulgadas hasta el pasado 4 de agosto, se habrían registrado 34.598 indígenas contagiados y 1251 fallecidos. Mencionó, además, que la pandemia ha afectado a alrededor de 212 pueblos o nacionalidades indígenas.
“Al respecto, la CIDH tuvo conocimiento de la pérdida de vidas de líderes y lideresas, niñas, niños, adolescentes, jóvenes, adultos y personas mayores, quienes en vida resguardaron la sabiduría y los conocimientos ancestrales de sus pueblos. Situación que pone en grave riesgo la reserva cultural y espiritual de estos colectivos”, describió la Comisión.
Para la organización, una de las posibles causas del contagio en las comunidades indígenas es la entrega de licencias ambientales sin previa consulta para la implementación de proyectos extractivos y de infraestructura en sus territorios y sus alrededores.
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“La Comisión considera que, además de impactar sus tierras, territorios y recursos naturales, estos proyectos exponen a los pueblos indígenas a entrar en contacto con trabajadores sin que se adopten medidas para prevenir contagios por el virus”, indicó la organización
La CIDH, a su vez, manifestó que ha recibido información sobre el avance de actividades de tala y minería ilegal en los territorios ancestrales, así como de la presencia de actores armados y grupos de crimen organizado.