La plaga de langostas que venía afectando zonas de la península Arábiga y el Cuerno de África en República Democrática del Congo (RDC) desde finales de 2019, ha llegado a Arabia Saudita causando un daño significativo a los suministros de alimentos y devastan la vegetación.
Según la ONU, las langostas del desierto tienen un ciclo de reproducción de tres meses, razón por la cual, existe una gran preocupación por los huevos que están poniendo los insectos en vastas áreas de Etiopia, Kenia y Somalia.
"No es necesario decir que el impacto potencial de las langostas en un país que todavía se enfrenta a conflictos complejos, brotes de ébola y sarampión, altos niveles de desplazamiento e inseguridad alimentaria crónica seria devastador", explicó el secretario general adjunto de la ONU para Asuntos Humanitarios, Mark Lowcock.
Este grupo de animales tiene un gran potencial destructivo, pues, un pequeño enjambre que cubre un kilómetro cuadrado puede comer en un único día la misma cantidad de alimentos que 35.000 personas.
A través de las redes sociales se han publicado vídeos que muestran la ferocidad de las langostas. Además, evidencian la muerte de varios camellos que se alimentan de las hierbas y plantas del desierto que fueron roceadas con pesticidas para matar la plaga.
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La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) confirmó el martes 25 de febrero que la plaga ha llegado en los últimos días a la zona nororiental de RDC y que "es la peor que ha afectado a Etiopía y Somalia en 25 años".
Naciones Unidas calificó la plaga que asola la región como de proporciones bíblicas y han señalado que la escalada de la misma no tiene precedente en los tiempos actuales. Asimismo, informó que ha pedido 138 millones de dólares para hacerle frente a los efectos que pueda traer la infestación del insecto.
