Un atentado suicida perpetrado en un estadio de fútbol deja 25 muertos y unos 70 heridos, según reportes de las autoridades de Iskandariya, localidad ubicada al sur de Bagdad.
Cuando los organizadores del partido amateur estaban a punto de entregar los trofeos respectivos un suicida estalló una carga explosiva que llevaba ajustada a su cinturón.
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Iskandariya es una localidad habitada por suníes y chiíes. De momento, el atentado se lo atribuye la agencia Amaq, afiliada al Estado Islámico. La acción terrorista se produce pocos días después de que el mismo Isis se hiciera responsable de un atentado en Bruselas, Bélgica, que dejó más de 30 personas muertas y unas 250 heridas.
Según algunas versiones de prensa entre los fallecidos se cuenta el alcalde de la localidad Iskandariya, Ahmed al Jafayi.
Un día antes del atentado los miembros de Isis recibieron una serie de bajas en la provincia de Nínive, norte del país, a causa de ataques aéreos de la alianza internacional liderada por Estados Unidos.
Además, el ejército iraquí pelea para tomar la ciudad de Mosul, la más grande en poder Isis. El grupo terrorista ha sufrido una serie de derrotas militares desde que la coalición internacional arreció sus ataques contra el grupo terroristas, informes hablan de que ha perdido un 40% del territorio en Iraq y un 20% en Siria. Después del atentado en Bruselas, el gobierno belga confirmó la avanzada de varios aviones caza sobre suelo controlado por Isis.
Esta mañana el Pentágono confirmó la muerte, por parte de efectivos internacionales, de Abd al-Rahman Mustafa al-Qaduli, segundo al mando de Isis y a la vez su jefe de finanzas.
La importancia de esta baja radica en que Al-Qaduli determinaba el flujo de dinero para pagar a grupos terroristas y unidades pequeñas que adelantaban labores terroristas en diferentes puntos de Oriente Medio.
