Medellín ha sido escenario de numerosos homicidios durante los últimos días. Ayer 2 de agosto se registraron cinco homicidios en la ciudad.
En horas de la madrugada un vendedor ambulante, identificado como Diego Andrés Campos González, fue acribillado a bala en el barrio Boston, el centro de la ciudad, por una supuesta venganza por una riña que tuvo hace algunas semanas. En el barrio Kennedy, en la comuna 6, al noroccidente de la ciudad, en una pelea con arma blanca resultó muerto Fredy Antonio Jacanamijoy Jansasoy, indígena de la etnia Inga.
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En la Comuna 13 fueron dos los homicidios: Juan Pablo Castrillón, alias Pablo Hormiga, quien presuntamente sería integrante de la banda 'La Agonía' y fue asesinado a las 5:46 de la tarde en el barrio Antonio Nariño; y Edwin Quiceno Sánchez, alias ‘El caleño’, quien habría sido asesinado en venganza también por un hurto que, al parecer, cometió hace unos días a un integrante de una de las bandas delincuenciales del barrio El Pesebre.
Por otra parte, en el barrio Olaya Herrera, en el noroccidente también, fue hallado por la Policía el cadáver de un hombre, de 20 a 25 años, herido de bala y con una nota que decía: "Por violador". Este aún no ha sido identificado.
Racha de asesinatos
La ola de asesinatos es evidente: el miércoles 27 de julio fueron cuatro y el jueves 28, seis. Entre ellos, el caso más aberrante, fue el de Manuel Jaime Arango, rector de la institución educativa Rafael Uribe Uribe, aparentemente por robarle su moto. Ese día fue el segundo más violento para la ciudad en lo que va corrido de este año, superado solo por el 1 de enero que dejó siete muertos.
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Como un acto de rechazo a este incremento en el número de homicidios, este fin de semana, jóvenes de la ciudad tiñeron de rojo algunas fuentes de agua en el centro de la ciudad. La iniciativa se llamó #No matarás.
El mes de julio fue el más violento para la ciudad, con un registro total de 55 homicidios.