El director de Asuntos Migratorios y Consulares del Ministerio de Relaciones Exteriores, Álvaro Calderón, reaccionó al informe publicado por KienyKe sobre ciudadanos colombianos condenados en China, cuyas familias denuncian falta de apoyo de la Cancillería para evitar que sean ejecutados.
(Vea también: "Que el gobierno los salve de la muerte": familiares de colombianos condenados en China)
Calderón dijo en rueda de prensa que el Ministerio de Exteriores ha hecho peticiones individuales, “caso por caso”, para que se reconsidere la condena de pena de muerte y sea cambiada por otra sentencia, así sea cadena perpetua.
Explicó que actualmente en China hay siete connacionales sentenciados a muerte y otros siete a cadena perpetua. Reconoció que “el código penal de ese país es demasiado estricto” y que los condenados a estos castigos fueron culpados por narcotráfico, que es visto como delito “gravísimo”, igual que el terrorismo, ataques contra la seguridad nacional y tráfico de armas que afecten la seguridad del país.
Según las leyes chinas, quien resulte capturado con menos de 15 gramos de cocaína podrá enfrentar penas de 15 años. Por cantidades superiores muchos acarrean cadena perpetua y pena de muerte.
KienyKe también dio a conocer una carta de uno de los colombianos presos en una cárcel del gigante asiático, quien denunciaba abusos y precarias condiciones humanitarias. El funcionario de la Cancillería dijo que “no hemos recibido denuncia de maltrato” y que los presos siempre reciben su comida, no son sometidos a golpes y tienen lugares adecuados para dormir.
Además que mensualmente reciben una visita, y aseguró que “sí tienen traductor y abogado, de oficio o particular” pero reconoció que el traductor les presta servicio en audiencias u otros trámites judiciales, pero no lo acompaña permanentemente.
Sobre la posibilidad de que el dinero que envían los familiares a los internos no les esté llegando, el funcionario dijo que esos recursos “lo deben estar enviando por medio de algún apoderado, (porque) por vía del consulado es imposible recibir dinero para enviarlo a algún detenido”.
A cerca de la posibilidad de repatriarlos, Calderón explicó que hay tres condiciones para lograrlo: que se haya cumplido al menos el 50% de la pena; por homologación de la condena (pero en caso de pena de muerte es imposible ya que este castigo en Colombia no existe); y por razones humanitarias. Este último argumento ha sido usado por la Cancillería para solicitar la repatriación de uno de los connacionales.
El director de Asuntos Migratorios y Consulares dijo que algunos presos en China son previamente conscientes del riesgo que corren “y a veces le piden a la agrupación delincuencial que le pague a la familia el 50% de dinero anticipadamente” por si llegan a ser capturados. Además dijo que algunas familias no reciben información constante de sus familiares, porque “ellos (los presos) no quieren que sus familiares se enteren”.
Finalmente, sobre las declaraciones de Amnistía Internacional que exigió a Colombia pronunciarse por este caso, Calderón dijo: “Nosotros no aceptamos la pena de muerte, por eso hemos hecho las solicitudes al gobierno de china de reconsiderar dicho tema”.
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