El 18 de mayo de 2014 el país lloró la muerte de 33 niños entre 5 y 13 años que fallecieron incinerados, luego de que el bus que los transportaba, ardiera en llamas en Fundación (Magdalena). Su conductor, quien fue declarado como responsable del hecho por la Fiscalía, fue capturado esta mañana en la localidad de Engativá.
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A pesar de que en octubre de 2016 el Juzgado Primero Penal de Conocimiento de Ciénaga condenó a Jaime Gutiérrez Ospina a 131 meses de prisión por el delito de homicidio culposo agravado, el hombre se encontraba en libertad.
La Policía comentó que en la mañana de hoy habían requerido en un puesto de control ubicado en el Portal de la 80, en occidente de Bogotá, a un sujeto que se mostraba inseguro cuando le pidieron la identificación. Los uniformados procedieron a revisar los antecedentes del individuo y notaron que tenía una orden de captura vigente por el delito que fue condenado.
La tragedia
El día del accidente los menores se encontraban en un encuentro religioso organizado por una iglesia que tenía sede en este municipio del Caribe. Como lo hacían usualmente, se transportaban en este vehículo hacia sus viviendas sin saber que el automotor no cumplía con la normativa de tránsito, estaba circulando sin el seguro obligatorio, no contaba con aire acondicionado, y el conductor no tenía vigente el permiso de conducción.
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El saldo final de muertos fue de 33 menores y un adulto; sin embargo, las víctimas fueron más: Padres de familia que perdieron a sus seres queridos y sobrevivientes que lograron escapar de la muerte, pero que dejaron grabados en su memoria escenas de dolor y destrucción.
Por estos hechos también fue condenado Manuel Ibarra, el pastor de la congregación religiosa que organizó el evento en el que participaron los menores. Su sanción fue de 128 meses de prisión .
