El empresario Carlos Mattos aseguró este lunes que se entregó de manera voluntaria ante la Interpol en España para demostrar su inocencia. Desde la semana pasada se dictó orden de captura en su co
El empresario Carlos Mattos aseguró este lunes que se entregó de manera voluntaria ante la Interpol en España para demostrar su inocencia. Desde la semana pasada se dictó orden de captura en su contra y la Fiscalía inició los trámites para su extradición desde ese país.
A través de su cuenta de Twitter, el cuestionado empresario de la marca Hyundai en Colombia calificó de "persecución orquestada por gente muy poderosa" todo el caso por el que está siendo investigado.
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"Me encuentro en España, país del que soy ciudadano, trabajando en mi defensa con mis abogados para demostrar mi inocencia y que todo esto ha sido una persecución orquestada por gente muy poderosa. Ya me presenté a la Interpol voluntariamente por si tienen algún requerimiento", afirmó.
La semana pasada la Fiscalía lo solicitó en extradición e inició los trámites para emitir la Circular Roja requerida para su captura. Esto se dio luego de que un juez de control de garantías emitiera medida de aseguramiento y orden de captura, por la posible evasión u obstrucción a la justicia que podría significar que el empresario se encontrara en libertad.
https://twitter.com/CarlosMattosB/status/1049281116497219584
Mattos, exdueño de la firma concesionaria Hyundai Colombia, está acusado de cuatro delitos: cohecho por dar u ofrecer en grado de autoría, utilización ilícita de redes de comunicaciones, acceso abusivo a un sistema informático y daño informático, en grado de determinador. Estos delitos fueron imputados en calidad de agravados lo que aumenta el tiempo de condena.
Según las investigaciones de la Fiscalía, el empresario habría comprado a diversos funcionarios del reparto de procesos de los juzgados para direccionar una tutela a un juez que había sobornado. Mattos logró su cometido, pero las sospechas se despertaron después del fallo y se descubrieron aspectos de este entramado que hasta el momento tiene a ocho personas, entre un juez, funcionarios judiciales y abogados, tras las rejas.