Chilenos no veían una marcha tan grande desde los años 80

Publicado por: admin el Sáb, 26/10/2019 - 02:57
Cánticos, lienzos, batucadas y sobre todo, mucha gente, fueron algunos de los factores que hicieron que la marcha de este viernes en Santiago fuera denominada como "La marcha más grande de Chile", y
Cánticos, lienzos, batucadas y sobre todo, mucha gente, fueron algunos de los factores que hicieron que la marcha de este viernes en Santiago fuera denominada como "La marcha más grande de Chile", y en la calle, los manifestantes aseguraron que no veían una protesta tan masiva desde las que se realizaban en los años 80 en rechazo al régimen del dictador Augusto Pinochet. "Estoy emocionada sobre todo por la cantidad de gente que hay acá, yo he marchado muchas veces pero estoy segura de que no había visto una manifestación tan masiva desde las que se hacían para el Plebiscito (votación de 1989 que derrocó a Pinochet)", dijo a Sputnik, Carmen Gloria Aracena, una profesora de 67 años que se manifestó en Santiago. [single-related post_id="1202999"] En octubre de 1988, un millón de personas se congregaron en Santiago para decirle "No" a la dictadura de Pinochet, marcha que durante años fue considerada la más numerosa de ese país; eso hasta este viernes, cuando la intendenta de Santiago, Karla Rubilar, informó en cifras oficiales que a la manifestación que ocurrió en el centro de la capital reunió a 1.200.000 almas. En el marco de las masivas manifestaciones ciudadanas que se vienen registrando en Chile desde el pasado viernes 18 de octubre, por una serie de demandas sociales y estructurales, los usuarios de las redes sociales difundieron un mensaje haciendo un llamado a congregarse el viernes 25 del mismo mes en el centro de Santiago con la consigna y el hashtag #LaMarchaMasGrandeDeChile. A las 14:00 de la tarde comenzaron a llegar los primeros grupos masivos de personas a Plaza Italia, el centro neurálgico de todas las protestas en Santiago, y a las 15:00, ya era casi imposible vislumbrar el monumento al general Manuel Baquedano ubicado al centro de la Plaza, porque ya había más de dos cuadras repletas de gente en su perímetro.

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Una de las cosas más novedosas que ha caracterizado a este movimiento ciudadano en Chile es que no posee dirigentes, ni color político ni organizaciones que lo lideren, y por eso en la manifestación fue posible ver grupos de los más diversos sectores: agrupaciones mapuche, barras de fútbol, batucadas musicales, pero sobre todo, muchas familias y gente común y corriente, coreando la que ha sido la consigna clave de este movimiento: "Oh, Chile despertó". A las 17:00 ya la convocatoria era casi completa, decenas de cuadras repletas de manifestantes evidenciando las primeras escenas anecdóticas, como el paso de una caravana de unos 500 motoristas tocando sus bocinas y haciendo sonar sus motores, quienes se manifestaron particularmente por el alto precio de los peajes urbanos, o un grupo de barristas de los dos equipos archirrivales del fútbol chileno, Colo Colo y Universidad de Chile, saltando juntos sobre un paradero de buses. "Para mí esa escena fue lo que más me llamó la atención, las marchas lograron juntar incluso a los grupos que más se odian, para protestar en contra del Gobierno", afirmó Felipe Roldán, un joven manifestante, fanático de Universidad de Chile.

Represión policial

A las 18:00, gran parte de la masa comenzó a movilizarse por la Alameda, la principal calle de Santiago que une el sector oriente con el sector poniente de la capital, caminando con rumbo específico: la sede de Gobierno, el Palacio de La Moneda. La manifestación se desarrolló de manera totalmente pacífica, en un ambiente familiar y festivo, hasta que la marcha se agolpó frente a la sede del poder Ejecutivo y comenzaron a llegar las Fuerzas Especiales de Carabineros, el grupo antidisturbios de la policía mlitarizada chilena. Le puede interesar: Recomendaciones de la Ocde sobre el salario en Colombia Entonces, a eso de las 19:00 y sin mediar ninguna provocación, Carabineros empezó a reprimir a los manifestantes, primero mojándolos con el carro lanzaaguas, y posteriormente, con numerosas granadas de gas lacrimógeno, lo que obligó a la mayoría de los niños y adultos mayores a tener que retirarse del lugar. A su vez, proveniente desde el sector donde estaban apostadas los efectivos de Fuerzas Especiales en La Moneda, se escucharon diversos y aislados disparos, aunque no se registró ningún manifestante herido ni alcanzado; esto responde a que durante la última semana, la policía antidisturbios comenzó a utilizar pistolas de balas de goma, algo muy poco común en ese país. En el lugar también se encontraba un grupo no menor de personas con cascos blancos y amarillos, que son aquellos observadores, muchos del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), quienes vigilan que las policías no cometan atropellos contra los derechos fundamentales de la gente. Finalmente, a las 21:00 la marcha ya comenzó a disgregarse, teniendo en consideración que muchos de los medios de transporte público no estaban operando, como algunas estaciones de Metro y ciertos buses, y pensando también en el toque de queda, que este viernes comenzó a las 23:00 locales. Las movilizaciones comenzaron el 14 de este mes debido a un alza de 30 pesos (menos de un dólar) en el precio del pasaje del Metro de Santiago, donde cientos de estudiantes y trabajadores saltaban por encima de los molinetes de pago del tren subterráneo en las llamadas "evasiones masivas". [single-related post_id="1202912"] El 19 de este mes, el presidente Sebastián Piñera cedió y anunció que el pasaje no subiría, pero con su anuncio las protestas no amainaron y tomaron un cariz mucho más intenso, con incendios y destrucción de varias estaciones del Metro, y decenas de manifestaciones en diversos lugares del Chile con marchas y "cacerolazos" (salir a la calle en masa a golpear una cacerola). Ese fin de semana surgió la consigna "no son 30 pesos, son 30 años", evidenciando que la gente se estaba manifestando ya no por el pasaje del Metro, sino por temas más de fondo, por injusticias que se arrastran hace 30 años desde la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), y que, según muchos chilenos, se profundizaron también en democracia. En total fallecieron 19 personas en el contexto de las protestas, según cifras del Gobierno de Chile, cinco de ellas provocadas por efectivos de las Fuerzas Armadas. Sin embargo, podría haber otras cuatro víctimas, confirmadas por las cancillerías de Colombia y Perú.