En una carta publicada en la página web del Instituto Internacional de Prensa, la asesora de libertad de prensa para Latinoamérica y el Caribe Vanessa I. Garnica denunció problemas de la Ley Orgánica de Comunicación aprobada en Ecuador hace un año.
Según Garnica, Rafael Correa, presidente de ese país está incrementando sus ataques contra la prensa ecuatoriana.
Este mes se celebrará el primer aniversario de la aprobación de la Ley Orgánica de Comunicación en Ecuador pero numerosos miembros de la prensa dicen no tener razón alguna para celebrar una ley que dificulta su labor periodística en el país.
Con la aprobación de esta ordenanza, el gobierno Ecuatoriano estableció la oficina de Superintendencia de Información y Comunicación (SUPERCOM) para monitorizar, ejecutar y regular las leyes referentes a los derechos de comunicación así como aplicar las sanciones establecidas por la Ley Orgánica de Comunicación.
Carta completa
Desde marzo de este año, la oficina de SUPERCOM ha recibido un total de 93 denuncias contra diferentes medios, incluyendo algunas dirigidas a periodistas en particular. De hecho, según informa la página oficial de SUPERCOM, de estas 93 denuncias recogidas en 2013, se ha sancionado a un total d e14 medios de comunicación y periodistas con multas, retracciones y disculpas públicas.
Fundamedios, grupo que defiende la libertad de prensa en Ecuador, denunció en una entrevista con el Instituto Internacional de la Prensa (IPI, por sus siglas en inglés) que sólo se han publicado los detalles de ocho de las 14 sanciones.
Los humoristas gráficos también han sido el blanco de las críticas de la presidencia por caricaturizar a entidades u oficiales de gobierno. Tal es el caso de Xavier Bonilla, conocido como Bonil, quien fue denunciado al SUPERCOM el pasado 14 de enero por una sátira publicada el 28 de diciembre del 2013 en el diario El Universo. En la viñeta gráfica, Bonil señala a miembros de la policía y de la procuraduría llevándose documentos y computadoras del domicilio de un periodista.
Una medida que no sorprendió a nadie. Según el director de Fundamedios, César Ricaurte, el Presidente de la nación, Rafael Correa, amenazó que usaría la ley de comunicación contra El Universo durante su programa diario televisivo.
El dibujante se vio obligado a rectificar su caricatura el 5 de febrero después de ser sancionado por la SUPERCOM. A parte de publicar la retracción, El Universo tuvo que pagar una multa del 2% de las ganancias promediadas sobre tres meses de publicación.
Ecuador ha elevado exponencialmente el ambiente hostil contra los periodistas que intentan reportar información de interés público y crítica contra la acción del gobierno. No obstante, el 2013 se convirtió en el año más hostil para la prensa en Ecuador desde el 2006, registrando un total de 174 agresiones contra periodistas y publicaciones, según el grupo Fundamedios.
En los primeros cuatro meses del año, se han contabilizado al menos 68 agresiones contra la prensa, 17 de ellas se consideran acoso judicial. Además se han registrado insultos verbales, amenazas de muerte, y ataques físicos contra periodistas en el país.
“El gobierno controla casi el 90 por ciento de los canales de televisión, es decir, tiene prácticamente el control,” explicó Ricaurte al IPI. “Sólo existe un canal independiente de alcance nacional, todos los demás están controlados de forma directa o indirecta por el gobierno.”
El Presidente Correa visitó la Universidad de Costa Rica (UCR) mientras asistía a la investidura del nuevo presidente costarricense Luis Guillermo Solís el pasado 8 de mayo. Durante una presentación en la UCR, Correa tuvo la oportunidad de hablar un poco sobre su relación con los medios en su país.
Ante el público allí presente, Correa denunció que los medios de comunicación ecuatorianos representan el enemigo más grande contra su administración a día de hoy.
En una entrevista con el IPI, Juan Carlos Hidalgo, analista de políticas públicas sobre Latinoamérica en el Instituto Cato en Washington D.C., dijo que aunque Correa aborde el tema de la libertad de expresión en su país de una manera diferente a sus homólogos regionales, todavía su enfoque es alarmante.
Según Hidalgo, “Correa ha mostrado saña contra la prensa ecuatoriana, a la que ha logrado llevar a una evidente autocensura (…) En este sentido, Correa ha sido más sutil que Chávez y Maduro en sus ataques contra la libertad de prensa, ya que no ha recurrido sistemáticamente al cierre de medios de comunicación como sí lo han hecho en Venezuela, sino que ha recurrido al matonismo judicial para silenciar a la prensa.”
Siguiendo esta misma línea, la directora de la unidad de libertad de prensa del IPI, Barbara Trionfi alertó de que “la actitud hostil de Correa hacia los periodistas y los medios independientes, no sólo ha llevado a la creación de una legislación que impone grandes restricciones a la libertad de prensa, sino que ha generado un clima agresivo que legitima las amenazas y los ataques contras periodistas que publican información crítica e independiente.”. Barbara Trionfi añadió además que “si el gobierno no manda una fuerte señal de que estos ataques no serán tolerados, los periodistas seguirán enfrentándose no solo contra varias formas de censuras y persecuciones legales, sino que también sus vidas correrán peligro. Esta es una actitud irresponsable por parte de cualquier gobierno y el IPI urge a la administración de Correa a actuar de acuerdo a los derechos fundamentales del pueblo y la defensa del estado de derecho.”
Hidalgo también mencionó que la actual situación económica le ha dado a Correa un tipo de ventaja política para avanzar en su llamada “revolución ciudadana” sin mucha resistencia del público. Mientras tanto, el presidente continúa suprimiendo los medios que cuestionan su administración.
“Peor aún, su ley de Comunicación claramente tiene la finalidad de ahogar la crítica contra su gobierno no sólo en la prensa tradicional sino también en medios de comunicación alternativos,” explicó Hidalgo. “Por el momento, no hay duda que la economía ecuatoriana vive una bonanza, lo cual apuntala la popularidad del presidente y refuerza su agenda para consolidarse en el poder y callar las voces críticas contra su gobierno.”
El 6 de mayo pasado, el periodista y editor Marlon Puertas fue amenazado de muerte en la red social Twitter cuando un usuario de nombre @Lapazecua1 creó el hashtag #untiroamarlon y mencionó al periodista en el mensaje. Puertas interpuso una denuncia y poco después la cuenta de este usuario fue eliminada.
No es un caso aislado. El pasado noviembre, IPI News Innovation Platform publicó un reporte sobre el caso del periodista con larga trayectoria Martín Pallares, quien escribe para la publicación El Comercio en Ecuador. A principios de abril del año pasado, Pallares había recibido varias amenazas a través de Twitter las cuales culminaron con una amenaza de muerte en mayo del 2013 cuando un usuario le ordenó irse del país o arriesgarse a que le dispararan. “Cuando es el estado el que te acosa, el que te desprestigia, el que te denigra, tú sientes una debilidad espantosa,” Pallares explicó en una entrevista a Fundamedios en noviembre.
El presidente “me ha insultado, me ha llamado mentiroso, me ha llamado enfermo, me ha retado a darme golpes con él,” denunció Pallares. “Muchas veces ha presentado una fotografía mía (en cadenas de televisión), lo que representa un atentado contra mi seguridad física.” Pallares aseguró que todavía se puede ejercer en periodismo en Ecuador pero con muchas limitaciones, con mucho miedo y autocensura: “Creo que la autocensura existe. Tenemos terror de los juicios. Tenemos mucho miedo a la Ley de Comunicación que nos impone una serie de limitaciones y amenazadas, muchas veces intangibles,” explicó el periodista.
