Un software para la práctica deportiva fue el detonante para que el Departamento de Defensa de Estados Unidos prohibiera el uso de celulares en su sede. El pasado noviembre el programa informático dejó al descubierto una serie de instalaciones militares estadounidenses.
El anuncio se dio a conocer a través de una directriz firmada por Patrick Shanahan, subsecretario de Defensa: "Dispositivos móviles, personales y oficiales, que transmiten, almacenan o graban información estarán prohibidos en entornos seguros del Pentágono".
Con la prohibición, se verán afectados 22.000 trabajadores en la sede, además de los visitantes y contratistas que accedan al lugar. Para que se haga efectiva la consigna, se han instalado espacios en dichos entornos en los que está prohibido el uso, que son los que se utilizan para el "procesamiento, manejo y discusión de información clasificada", en estos, los dispositivos tendrán que ser depositados en modo apagado.
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Además de esto, y para que se garantice la norma, la seguridad del lugar realizará controles aleatorios y el Departamento de Defensa ya anunció que las personas que no acaten la norma tendrán que ajustarse a las medidas que se tomen.
Entre ellas se contemplan multas, acciones disciplinarias o el retiro de la acreditación de seguridad para el acceso al edificio. Entre las prohibiciones se pasó por alto los que son empleados por prescripción médica y de manera paradójica los que sean empleados para la actividad deportiva. Sin embargo, no deben usar WiFi, cámaras o micrófonos.
