Después que se venciera el plazo de 48 dado al gobierno Mohamed Morsi para que solucionase la crisis política y restableciera el orden del país, las Fuerzas Armadas tomaron el poder de Egipto, en una transición marcada por las manifestaciones de júbilo en la Plaza Tahrir de El Cairo.
La situación del ahora ex presidente Morsi es desconocida y en su lugar el presidente de la Corte Constitucional, Adly Mansour jurará como responsable de los asuntos del país y se procederá a convocar a elecciones.
El anuncio realizado por el jefe del ejército, el General Abdelfattah al-Sisi desató grandes celebraciones, en tanto los partidarios de Morsi gritan que la declaración de los militares es "inválida".
El portavoz del Ejército señaló que se inició una "nueva hoja de ruta para el destino de Egipto", entre las medidas prometidas están "las nuevas elecciones en los próximos meses", además hizo un llamado a la juventud del país, para que no baje la guardia en su protesta.
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