El viernes 29 de junio, familiares y amigos sepultaron en Quito los cuerpos correspondientes a los tres periodistas ecuatorianos del diario El Comercio luego de ser asesinados hace más de dos meses en el sur de Colombia. Alrededor de los ataúdes, fotógrafos accionaron el flash de sus cámaras provocando múltiples ráfagas de luz como homenaje y despedida.
Javier Ortega periodista de 34 años, Paúl Rivas fotógrafo de 45 años y el conductor Efraín Segarra de 60 años fueron secuestrados el pasado 26 de marzo en zona rural de Mataje, provincia de Esmeraldas, en la frontera con Colombia. El equipo del diario El Comercio se encontraba allí adelantando una investigación sobre la creciente inseguridad en la zona.
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El autodenominado frente “Oliver Sinisterra” comandado por Walter Patricio Arizala, alias “Guacho”, fue el responsable del secuestro y posterior asesinato del los tres periodistas en zona fronteriza, tal como lo afirmó en su momento el presidente de Ecuador Lenin Moreno.
Los cuerpos fueron hallados el pasado 21 de junio en el área rural del municipio de Tumaco. Los tres cuerpos que según afirmó el Ministro de Defensa Luis Carlos Villegas fueron enterrados de manera "que nunca fueron encontrados. Ese entierro como se hizo, donde se hizo, cómo se aseguro el área con minas, era para que no se encontraran nunca y las familias y las sociedades permaneciéramos en la incertidumbre", afirmó Villegas.
Luego de que la identidad de los cuerpos encontrados fue plenamente confirmada se iniciaron labores para enviarlos desde la ciudad de Cali a Ecuador junto con sus familias. Allí el Gobierno, familiares y organizaciones sociales los despidieron, mientras quienes acompañaron el sepelio gritaban a viva voz: "¡nadie se cansa!".
Al grupo disidente, autodenominado 'Frente Oliver Sinisterra, se le acusa también de tener secuestrados a los ecuatorianos Óscar Villacís (24) y su compañera Katty Velasco (20). Sin un mando unificado este y otros grupos subsistentes de la antigua guerrilla completan alrededor de 1.200 combatientes.
