En medio de protestas generalizadas, a las 9:15 de la mañana, el Gobierno vendió Isagen, la segunda empresa generadora de energía más importante del país.
En una criticada subasta, ya que contó con un solo oferente, el fondo de inversión canadiense Brookfield se quedó con el 57.6% de la empresa colombiana que aparte de generar energía, también comercializaba gas natural, carbón y otros energéticos de producción nacional.
La empresa canadiense pagó por las acciones que estaban en poder del Estado $6,49 billones, equivalentes a $4.130 por cada acción.
Ante la negociación el senador Antonio Navarro Wolf, que se encontraba a las afueras de la Bolsa de Valores de Bogotá. donde se llevó a cabo la subasta, dijo que se intentará detener la negociación a través de figuras jurídicas, disciplinarias y fiscales.
En el próximo mes de marzo Brookfield lanzará una Oferta Pública de Adquisición para comprar la participación de los pequeños accionistas restantes a un precio igual o mejor.
Según el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, el dinero recibido será utilizado en obras para el crecimiento del país en materia de infraestructura.
