En una jornada que terminó en disturbios se cumplió el paro

Jue, 25/04/2019 - 15:09
Bogotá fue el epicento del paro que desde el pasado mes de febrero habían acordado realizar representantes de diferentes sectores de la vida nacional. Tres puntos resumía las motivaciones de convoc
Bogotá fue el epicento del paro que desde el pasado mes de febrero habían acordado realizar representantes de diferentes sectores de la vida nacional. Tres puntos resumía las motivaciones de convocatoria: el asesinato de líderes sociales, el incumplimiento de acuerdos pactados y, principalmente el rechazo al Plan Nacional de Desarrollo.

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Arengas y pancartas marcaron el paso de los recorridos por la ciudad capital que tenían como destino final la Plaza de Bolívar. La ruta que logró contar con un mayor número de participantes, fue la que se movilizó por la calle 26 y que partió del Centro Administrativo Distrital. Desde la calle 26 pasando por la carrera 10, se vieron ondear las vallas de colegios públicos, sindicatos obreros, la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), la Confederación General del Trabajo y la Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación (Fecode), entre muchas otras organizaciones. Desde las ocho de la mañana empezaron a llegar los manifestantes convocados frente al Supercade de la carrera 30 con calle 26. Estaban provistos para el sol y el agua, una previsión cotidiana que toma cualquiera que habite bajo el cambiante clima que presentara la capital. [single-related post_id="1084758"] Cuando ya no cabían más personas en el andén del Supercade arrancó la movilización sobre el carril occidente-oriente de la calle 26. A paso lento, esperando que se unieran otros grupos convocados frente a la Gobernación de Cundinamarca y la Universidad Nacional, los participantes avanzaron hacia el destino común: la Plaza de Bolívar. Se estima que al menos 4.000 personas caminaron acompañadas hasta el centro de la ciudad. A medida que avanzaba la movilización, se sumaban participantes, al punto de ocupar  los cuatro carriles de la calle 26. Justo en ese momento, ya no hubo más pasó por esa vía. Desesperados, algunos conductores se bajaron de los vehículos, mientras otros miraban resignados, aunque con preocupación, por el retraso que les causaría la protesta.

"Resistencia, carajo"

Los pitos y parlantes se volvieron ensordecedores a lo largo del trayecto. A la altura de de la calle 26 con Américas, un grupo de músicos esperaba la caravana para animarla. Provistos de tambores, platillos y un parlante sobre una camioneta, entonaron canticos que provocaron euforia en los manifestantes. Con un canto simple como "resistencia, carajo", repetido varias veces al son de una marcha de tambores, la movilización se llenó de energía y los manifestantes empezaron a saltar y corear.   En ese ambiente continuó la movilización hasta la carrera Décima, en el Centro Internacional, donde los manifestantes viraron hacia el sur para llegar a la avenida Jiménez. Aunque no es un hecho extraño en el centro de Bogotá, este año suman por lo menos dos manifestaciones de igual magnitud Transeúntes y trabajadores guardaban el registro con sus celulares.

Policía de compañía

Efectivos de la Policía Nacional acompañaron a los participantes durante todo el trayecto. También, representantes de la Defensoría del Pueblo y activistas de Derechos Humanos, de organizaciones diversas. En paz, arribaron a la Plaza de Bolívar. Sin embargo, a horas de iniciar el acto político previsto en una tarima instalada frente al Congreso de la República, un grupo de encapuchados, que identificaron como presuntos  estudiantes, iniciaron altercados con la Policía y el Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD), sobre la carrera Séptima. [single-related post_id="1084796"] Los disturbios se iniciaron cuando un grupo de encapuchados pretendió pintar con aerosoles algunas paredes. La Policía intercedió para evitarlo y en minutos estaban enfrentados entre piedras y lacrimógenas, que obligó al desalojo de varias personas del sector. Los encapuchados no se retiraron, sino que continuaron el paso hacia la Plaza de Bolívar y la altura de la calle 11 atacaron a un grupo de policías que custodiaba el Palacio de Justicia. Protegidos con escudos, los uniformados evitaron la agresión. Mientras, un grupo de maestros intentó evitar la confrontación, pero sin resultado. Minutos después llegaron funcionarios del ESMAD  y repelió con perdigones de caucho, bombas aturdidoras y gases lacrimógenos a los manifestantes.

Robledo en la plaza

Los enfrentamientos continuaron en la parte norte de la Plaza de Bolívar (y en otros sectores) mientras al lado sur el acto político continuaba, atizado por la llegada de Ángela María Robledo, quien hacía pocas horas antes había recibido la noticia de su pérdida de investidura por un fallo del Consejo de Estado. [single-related post_id="1085182"] Los manifestantes recibieron a la excandidata vicepresidencial de Gustavo Petro proclamándola "alcaldesa, alcaldesa", como una invitación a que participe en las elecciones locales de la Alcaldía Mayor. Robledo, con la voz entrecortada al principio de su intervención y atiborrada de medios de comunicación a su alrededor aseguró: "esto duele profundamente, es muy triste, pero no nos callarán". Pese a los choques que marcaron la jornada, los participantes valoran como positiva la jornada, por la posibilidad de expresar con firmeza sus quejas y demandas al Gobiermo nacional.
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