El gobierno turco, liderado por Recep Erdogan, suprimió la prohibición para las mujeres islámicas de llevar velo en el rostro al trabajo si así lo desean. En el proceso de “democratización” que adelanta Turquía, la medida se suma a otras que ha tomado el gobierno que para la oposición se trata de un proceso de islamización del país euro-asiático.
Dentro de los argumentos que ofrecen los opositores se encuentra el que desde hace once años que Erdogan alcanzó el poder, los recintos estudiantiles islámicos se han triplicado así como la población estudiantil islámica creció de 71.000 a 550.000, lo que enciende las alarmas para el futuro de tener una Turquía totalmente islámica y fundamentalista.
