A un tribunal de la ciudad india de Bombay llegó una extraña solicitud. Un hombre pidió el divorcio porque su esposa es adicta al sexo.
Según el demandante, su mujer que tiene "un excesivo e insaciable apetito sexual", lo obligaba a tener sexo sin importarle lo agotado que estuviera.
La jueza Laxmi Rao consideró en la sentencia que al no comparecer la mujer durante el proceso respectivo, nadie contradijo las alegaciones del demandante, "por lo que el tribunal no tenía otra opción que aceptar la evidencia y autorizar la separación", según la agencia local PTI.
El hombre le dijo a la jueza que su mujer le gusta el sexo en todas las formas.
A pesar de que trabajaba duro en tres turnos diferentes y volvía a casa agotado, le reclamaba que la satisficiera.
El afectado relató, entre otros ejemplos, que en octubre de 2013 fue operado de apendicitis y, aunque se encontraba convaleciente, ella lo forzó a hacerle el amor.
Según él, su compartimiento "insistente, agresivo y terco" lo llevó a tomar la determinación de que era imposible continuar viviendo con su mujer bajo el mismo techo. En la India, la religión mayoritaria es el hinduismo (80,5 %) y los matrimonios concertados son la práctica más habitual entre la población que profesa esta fe, lo que convierte el divorcio en una afrenta contra la familia, por lo que es muy infrecuente.
