Luego de que en la madrugada del pasado miércoles 29 de noviembre, el gobierno de Corea del Norte, encabezado por Kim Jong-Un, realizara el lanzamiento de un misil intercontinental y se declarara como un Estado nuclear, diferentes lideres mundiales se han pronunciado sobre el hecho.
Uno de los primeros en expresar su posición fue Estados Unidos, el presidente Donald Trump, en primera instancia aseguró que no permitirían ningún tipo de amenaza contra su país. Posteriormente, afirmó que "se vendrían grandes sanciones adicionales" similares a las ya impuestas hace dos meses y además, solicitó a la comunidad internacional cortar relaciones con dicho país.
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“Hoy llamamos a todas las naciones a cortar todos sus lazos con Corea del Norte... Hemos llegado a un punto en el que China debe cortar el petróleo a este país y la comunidad internacional debe tratarlos como el paria en el que se ha convertido", indicó el gobierno estadounidense a través de Nikki Haley, embajadora de este país ante las Naciones Unidas.La embajadora además señaló que en dado caso que hubiese una guerra, su país estaría en capacidad de destruir a Corea del Norte por completo, puesto que, "no permitirán que la seguridad y soberanía de ningún país se vea en riesgo por las amenazas de Jong-Un". Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguei Lavrov, rechazó el llamado del gobierno estadounidense al rompimiento de relaciones con Corea del Norte. Asimismo, denunció que desde Washington se está queriendo provocar al régimen norcoreano. [single-related post_id="786358"]
“No somos partidarios de esta idea y, como ya lo venimos subrayando desde hace tiempo, la vía de las sanciones ya no funciona... Los estadounidenses deben explicarnos a todos qué es lo que pretenden. Si están buscando un pretexto para destruir a Corea del Norte que lo digan abiertamente y que se lo confirmen a los máximos dirigentes", puntualizó el ministro de Relaciones Exteriores ruso.Por lo pronto, la comunidad internacional espera que este clima de tensiones entre los diferentes países involucrados disminuya, ya que de lo contrario podría desencadenar una gran ola de violencia en la que los grandes perdedores serían los ciudadanos.