"Los líderes sociales defienden la vida", así fue como definieron las causas y el llamado que se hace a través del Refugio Humanitario por la Vida que albergará más de 2.000 líderes y lideresas sociales del país en Bogotá.
El objetivo es visibilizar los 50 asesinatos de líderes de comunidades indígenas, afro y campesinas, en lo corrido del 2019, además de buscar una política de seguridad para las comunidades que viven el posconflicto.
A partir del 28 de abril hasta el 2 de mayo en la Plaza de Toros se realizarán una serie de actividades: solicitud masiva de medidas de protección internacionales en embajadas, audiencia pública de control político y social en el Congreso de la República, conferencia con la Misión de Verificación de la ONU y la comunidad internacional, entre otras labores, para crear una ruta construida por los lideres para salir de la crisis por la atraviesan y la continuar con construcción de la paz.
El Refugio Humanitario nació como una necesidad de hacer un llamado al Estado para respetar los derechos fundamentales de los lideres y liderases de cada comunidades no solo en ciudades sino en regiones como el sur del país, Chocó, Santander y Arauca.
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"Matar a un líder en una comunidad es acabar con la esperanza de un pueblo" sentenció Jesús Abad Colorado, presente en la rueda de prensa que tuvo lugar en el Claustro San Agustín, donde se expone El Testigo, muestra antológica del trabajo de este reportero gráfico.
Durante el encuentro, el periodista hizo un llamado al Gobierno para que no haya más muertos. Considera que cada una de las personas asesinadas debería doler y no simplemente ser número en un diagnóstico; además de defender siempre la vida y las personas que quieren la paz, expresó.
Los líderes sociales diseñaron diferentes mecanismos de auto protección para evitar más muertes y amenazas directas por partes de grupos alzados en armas o disidencias de las Farc.
"El mecanismo de control es la auto protección es la guardia indígena, no tenemos quien no garantice la vida. Ha sido fundamental para nosotros para el control de la fuerza púbica, disidente de las Farc, narcotráfico, paramilitarismo. El Refugio es un espacio importante para poner en contacto al país, nos están llevando a una muerte selectiva, estigmatización y la judicialización que continua hoy en Colombia", comentó a KienyKe.com Jose Hildo Pete, vocero de la Minga del surocccidente colombiano.Los organizadores y los líderes sociales esperan que también haya un acercamiento con el Gobierno, para conocer y construir un plan de seguridad que les permita seguir con sus actividades sin represalias mortales. En este sentido, también esperan dejar a un lado la estigmatización y muertes por parte de la fuerza pública.
