Este domingo y tras varios días de que la oposición pidiera su dimisión por las polémicas políticas migratorias del Gobierno británico, la ministra del Interior Amber Rudd llamó a la primera ministra del Reino Unido, Theresa May, para retirarse del cargo, en su reemplazo asignó a Sajid Javid, un hombre de origen paquistaní que hasta ahora era ministro para el Gobierno local.
La renuncia se dio luego de que el diario The Guardian publicara una carta en la que Rudd se comprometía ante May a aumentar un 10% las expulsiones de inmigrantes ilegales en los próximos años.
Además de esto, la exministra del Interior había mentido en una comisión parlamentaria al negar que sabía de la existencia del plan. Un día después, y luego de saliera a la luz un informe interno desde el ministerio, ella lo reconoció.
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Cuando estalló el escándalo se dieron a conocer cientos de casos de la generación Windrush, se trata de los inmigrantes caribeños que llegaron al Reino Unido tras la Segunda Guerra Mundial. Muchos de ellos han sido expulsados del país a pesar de que lleven en el país más de 50 años.
Supuestamente, este lunes era el día que Rudd explicaría todo lo que sabía de este caso, sin embargo, renunció. Por su parte, el Gobierno pidió disculpas y prometió compensaciones a los afectados. Luego de la renuncia, la primera ministra nombró a Sajid Javid en el cargo.
Tras el nombramiento, Javid aseguró que estudiará “cuidadosamente” la política de inmigración del Gobierno. “Mi primera prioridad es asegurar que el Ministerio de Interior hace todo lo que puede para mantener la seguridad de los británicos. Esta es una gran responsabilidad, algo que me tomo muy en serio”, señaló en una declaración a los medios.
Puntualizó que su misión “más urgente” es “ayudar a los ciudadanos británicos que vinieron del Caribe, la llamada generación Windrush, y asegurar que son tratados con la justicia que merecen”.
