El óleo de Bolívar, robado en 2015, en el Salón Amarillo de la Gobernación del Departamento, y recuperado en una comuna de Medellín, sí sufrió daños que tendrán que ser reparados sólo por ex
El óleo de Bolívar, robado en 2015, en el Salón Amarillo de la Gobernación del Departamento, y recuperado en una comuna de Medellín, sí sufrió daños que tendrán que ser reparados sólo por expertos en restauración de obras de arte.
La Gobernación de Bolívar se verá obligada a asumir los costos, hasta ahora no establecidos, para la delicada labor de reparar el daño causado a una obra pictórica realizada en el siglo XIX por Epifanio Garay, con la técnica de óleo sobre lienzo, en gran formato.
La obra fue recuperada luego de una investigación en la que el director de la Fiscalía de Cartagena, Vicente Guzmán, dedicó un plan prioritario debido a que se trataba de una pieza del patrimonio artístico de la Nación.
El lienzo de Garay fue cortado por las orillas para desmontarlo del bastidor, lo que alteró sus medidas originales, pues era imposible sacarlo con todo y el marco, que por cierto, es otra obra de arte por sí sola, ya que está adornado con laureles de victoria y en sus costados tiene unos remates de granadas doradas. Los ladrones tuvieron que enrollar el lienzo, que debió permanecer así por mucho tiempo lo que ocasionó fisuras visibles en la capa de color.
Los primeros conceptos de expertos como Moisés Álvarez, director del Archivo Histórico de Cartagena y del Museo Colonial, de Salim Osta, conocido restaurador de escultura y pintura, coinciden en que la sustracción del óleo de Bolívar fue cometida por ladrones especializados en obras de arte.
El cuadro no pudo ser sacado del Palacio de Gobierno sin la complicidad de terceros y nunca como ahora, era tan difícil sacarlo por la puerta principal del histórico recinto, expusieron.
No es la primera vez que se sustrae una pieza de valor artístico e histórico de un local oficial de Cartagena. Hace un poco más de veinte años fue robada del Palacio de la Inquisición una ruana que perteneció a Bolívar que nunca apareció.
Escrito por Libardo Muñoz.