El representante en México de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, Jan Jarab, indicó que en el país “falta una respuesta adecuada y coordinada en términos humanitarios” ante la caravana de migrantes provenientes de América Central y se dirigen a Estados Unidos.
Miles de personas de la caravana de migrantes permanecen en un estadio deportivo de Ciudad de México, donde están recibiendo atención.
Las agencias de la ONU esperan la llegada de más personas y llaman a las autoridades y a la sociedad mexicanas a solidarizarse con los migrantes centroamericanos y combatir la xenofobia.
Jarab indicó que la situación es especialmente preocupante en el caso de cientos de niños porque “sufren enfermedades y deshidratación” debido a la larga travesía.
Según cifras de UNICEF, unos 2,000 niños viajan con la caravana y han estado expuestos a temperaturas muy altas, con acceso limitado a refugios.
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“Unicef lo que ha pedido a los mexicanos es empatía y solidaridad con los menores que, como digo, antes que migrantes son niños y sus derechos tienen que ser respetados”, aseveró Rocío Ortega, oficial Nacional de Abogacía y Comunicación de Unicef México.
Los migrantes dicen que la sociedad civil les ha brindado una gran ayuda a lo largo de su viaje desde Honduras.
“Desde Tapachula, nos demostraron mucho apoyo. Gente humilde que sacó lo poco que tenía en sus hogares para brindarla a las personas que veníamos. Gente que nos miraba cansada, nos llevaba un poco más adelante”, dijo David Eduardo, miembros de la Caravana proveniente de El Salvador.
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