Luego de seis meses de ser encarcelado en la cárcel La Picota de Bogotá, el exsenador Plinio Olano es nuevamente llamado a juicio por la Corte Suprema de Justicia. El ente hace este llamado por su p
Luego de seis meses de ser encarcelado en la cárcel La Picota de Bogotá, el exsenador Plinio Olano es nuevamente llamado a juicio por la Corte Suprema de Justicia. El ente hace este llamado por su presunta participación en la adjudicación de un contrato de la Ruta del Sol para la multinacional brasilera Odebrecht.
El sindicado, que se desempeñaba como director de la Federación Nacional de Municipios y había sido senador por el partido de la U de 2010 a 2014, tendría que responder por los delitos de concierto para delinquir, tráfico de influencias y cohecho.
El alto tribunal ordenó la captura en contra de Olano el pasado 13 de febrero para “escucharlo en indagatoria por los delitos de concierto para delinquir, cohecho, tráfico de influencias y lavado de activos, relacionados con sobornos de multinacional Odebrecht".
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Uno de los principales testigos en contra de Olano es Federico Gaviria, el asesor de la firma Odebrecht, quien lo acusó de utilizar su papel en la Comisión Sexta del Senado con el fin de favorecer a la empresa brasileña. Estaría involucrado, según las pruebas con que cuenta la Fiscalía, en los contratos de la Ruta del Sol II y la vía Ocaña – Gamarra, ganados por la multinacional y que Olano cabildeó.
En la declaratoria ante la Corte, el exsenador negó cualquier vinculo con la multinacional. Además, Otto Bula dijo al alto tribunal que sabía que Olano trabajaba para la multinacional desde el Congreso y Gabriel García Morales, exministro de Transporte, aseguró que el hoy preso “era el hombre de Odebrecht”.
Al parecer el senador pertenecía a los congresistas denominados “grupo de los buldócer”, quienes eran los encargados de labrar el camino de los proyectos de Odebrecht en el Legislativo. El Fiscal Néstor Humberto Martínez dijo, al momento de la captura de Olano, que podría “confirmar la tesis de la Corte Suprema, de que los buldócer sí existieron”.