El 13 de noviembre de 1985 el deshielo de Nevado de Ruiz, junto con una avalancha de lodo, borró a la considerada capital blanca de Colombia, Armero, un próspero pueblo algodenero del departamento de Tolima. Hoy, 29 años después los sobrevivientes sienten que viven bajo el olvido de Estado.
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Luego de tanto años, 223 familias aún buscan a sus hijos que desaparecieron. De los 40.000 habitantes que tenía el municipio, solo 15.000 lograron salvar sus vidas de milagro.
“Los armeritas somos los judíos errantes del mundo”, dice Gustavo Prada, presidente de la corporación social Casa Armerita, que tiene 5.000 afiliados debidamente registrados, reveló El Tiempo.
“Lo digo porque los sobrevivientes estamos en todas partes”, señala Prada, un médico veterinario que era dueño de un hotel en el que en esa oportunidad murieron 29 estudiantes de la Universidad de Caldas que visitaban Armero.
Los barrios más pobres y humildes de Ibagué y el municipio de Lérida (Tolima) se convirtieron en refugio de los sobrevivientes de la tragedia. En la capital del Tolima existen alrededor de 7.000 sobrevivientes que viven en en barrios como Ciudad Luz, Jardín Santander, Claret, Ciudadela Simón Bolívar, Nuevo Armero y San Vicente de Paúl.
