Gracias a un operativo entre el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) y la Secretaría de Seguridad, Convivencia y Justicia de la Alcaldía de Bogotá, se lograron rescatar a siete niños en la localidad San Cristóbal, al suroriente de la ciudad, a quienes se les estaban violando sus derechos.
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El operativo fue organizado a partir de las investigaciones que realizó la Fiscalía General de la Nación en estos momentos debido a lo sucedido con la niña de tres años, quien apareció con señales de tortura, maltrato y abuso, y que todavía se encuentra hospitalizada en el sur de la capital colombiana.
La directora general del ICBF, Karen Abudinen Abuchaibe, expresó: “Encontramos siete niños con edades que van desde los ocho meses de edad hasta los 17 años, que ya están bajo nuestra protección, se les está restableciendo sus derechos y están a salvo".
En cuanto a la menor de tres años, la directora señala que está fuera de peligro y tienen dispuesto a todo un equipo de especialistas que cuidan de ella, encabezados por un defensor de familiar.
Abudinen aseguró que: “insisto en mi llamado a la ciudadanía en que la niña no requiere ningún tipo de donaciones. El ICBF como entidad que protege y cuida a los niños del país, tiene el deber de proporcionarle todo lo que ella requiere”. De igual forma exigió respeto a la intimidad e integridad de esta niña.
Por su parte, el secretario de seguridad Daniel Mejía dijo que “el operativo se derivó del caso de la menor de edad que está en el Hospital Santa Clara. Surgió esta información y montamos el operativo en pocas horas y rescatamos estos niños en la localidad de San Cristóbal y ya están bajo la protección del ICBF” aclara el funcionario público.
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Mejía continuó: “Garantizo que todas las instituciones y autoridades están trabajando para resolver este caso y que no descansarán hasta dar con los responsables de las situaciones que han puesto en peligro a estos menores de edad”.
La directora del ICBF hace un llamado a las familias colombianas a prestar más atención a los niños, a ser más responsables y protegerlos, así como denunciar cualquier situación en que un menor se pueda ver vulnerado.
