"Todos deberían contar su historia": Juan Esteban Constaín

Un infortunado cambio de planes, a causa de una repentina enfermedad del periodista y director del diario 'El Tiempo', Roberto Pombo, que tenía programadas una serie de presentaciones en el Hay Festival Cartagena, llevó a que el también periodista y escritor Juan Esteban Constaín, quien sería su compañero en el panel de una charla sobre el próximo libro de los dos comunicadores, se transformara improvisadamente en un monólogo de Constaín acerca del libro, pero más, acerca del compañero enfermo que por disposición médica no pudo viajar a Cartagena de Indias. Con notorios temores sobre cómo el público recibiría la noticia de la no presencia de Pombo en el escenario, Constaín, con el humor prestado de Daniel Samper Pizano, rompió el hielo diciéndole al auditorio, que estaba totalmente copado, que los que no estuvieran de acuerdo podrían pedir la devolución de la mitad del la plata de la boleta, ya que él si estaba allá.

Dicho esto, y con la aprobación del público, Juan Esteban, escritor, columnista, cronista, centró su charla en incentivar a todos y cada uno de los seres humanos a plasmar la historia de sus vidas, que es la verdadera realidad del país, en algún medio comunicativo que pueda ser utilizado más adelante para salvarguardar las civilizaciones por medio de los testimonios personales. "El ser humano puede darse el lujo de protagonizar y describrir su historia", recalcó varias veces el joven escritor. Y eso fue precisamente lo que Constaín realizó junto al director de 'El Tiempo', entre los dos y con la guía del editor crearon un libro donde Pombo narra la historia reciente de Colombia, lo hace a partir de sus anécdotas como periodista y como testigo directo de muchas de los acontecimientos que marcaron la vida nacional. En el libro que Constaín presentó a su público, según lo narró, a través de un recuento de la vida de Roberto Pombo, el lector conocerá algunas versiones o complementos noticiosos que por muchos factores, entre ellos la independencia o el gobiernismo de los medios en los que trabajó, se quedaron sin contar. El libro, que pueden verse como las jóvenes memorias de Pombo, recorre los ejercicios profesionales que él tuvo, uno de los primeros fue cuando trabajó, siendo cachaco, como periodista judicial en Barranquilla, hasta convertirse en el director de uno de los medios más influyentes del país. Mientras que el protagonista del libro se recuperaba en su casa en Bogotá, a cientos de kilómetros de allá, en Cartagena de Indías, su solitario amigo Constaín, en medio de recriminaciones jocosas por haberlo abandonado a la deriva, hablaba de él, del libro que hicieron y de la necesidad que deberían tener todas las personas en contar su historia o en contar la de los abuelos con el fin de recuperar identidad y memoria.