Mientras en la punta de la competencia del Dakar de motos que se disputa entre Argentina, Bolivia y Chile el piloto español Joan Barreda de Honda consolida su liderato y trabaja por sacarle ventaja al francés Cyril Despres de Yamaha, en la parte de atrás un colombiano libra una batalla silenciosa contra sus propios demonios.
El bogotano Juan Sebastián Toro lucha por mejorar el papel que desempeñó hace un año cuando una lesión en los ligamentos de la clavícula derecha arruinó su debut en la competencia más dura del mundo.
En ese entonces, una caída en la sexta etapa lo sacó de carrera, ahora con un poco más de experiencia y más consciente de las dificultades, Toro trabaja por derrotar al "Everest" (así llama el bogotano a la carrera) y llegar, como el mismo lo dice "así sea de último".
En la página oficial de la competencia, Toro recuerda con resignación cómo fue el accidente que en 2013 lo sacó de carrera “Me caí por culpa del polvo. Iba a unos 150 kilómetros de Calama. Y conseguí llegar pero los servicios médicos me impidieron seguir. Con razón, porque al día siguiente, el cuerpo no podía más. Eso fue muy desconcertante porque iba bien, y de momento a otro todo se acabó… Analizando este primer Dakar, considero que fue una gran enseñanza, más de lo que uno puede imaginar. Esta segunda edición la preparé enfatizando mucho más en la preparación física. Pero considero que para el Dakar nada es suficiente…nunca”, cuenta el abogado bogotano puro amateur del rally raid.
Cumplidas tres etapas, Toro se ubica en el puesto 116 de 118 pilotos en competencia. En la fracción más reciente que se disputó entre Rafael y San Juan, arribó en el puesto 116.
Con mucho polvo, sudor y lágrimas aún por delante, el bogotano seguirá trabajando por derrotar sus demonios y culminar la exigente carrera.
En la página oficial de la competencia, Toro recuerda con resignación cómo fue el accidente que en 2013 lo sacó de carrera “Me caí por culpa del polvo. Iba a unos 150 kilómetros de Calama. Y conseguí llegar pero los servicios médicos me impidieron seguir. Con razón, porque al día siguiente, el cuerpo no podía más. Eso fue muy desconcertante porque iba bien, y de momento a otro todo se acabó… Analizando este primer Dakar, considero que fue una gran enseñanza, más de lo que uno puede imaginar. Esta segunda edición la preparé enfatizando mucho más en la preparación física. Pero considero que para el Dakar nada es suficiente…nunca”, cuenta el abogado bogotano puro amateur del rally raid.
Cumplidas tres etapas, Toro se ubica en el puesto 116 de 118 pilotos en competencia. En la fracción más reciente que se disputó entre Rafael y San Juan, arribó en el puesto 116.
Con mucho polvo, sudor y lágrimas aún por delante, el bogotano seguirá trabajando por derrotar sus demonios y culminar la exigente carrera.
